Decorar las uñas artificiales es una de las rutinas preferidas de muchas mujeres en la actualidad.
La opción más original son las uñas de gel, acrilico y seda ¡pero decoradas!
¿De gel, acrílico o fibra de vidrio?, ¿decoradas o con apariencia natural? Sin importar que opción elijas, es indispensable que acudas sólo con profesionales y sigas sus recomendaciones de cuidado e higiene para no afectar la salud de tus dedos.
Si eres de las que sufren porque tus uñas no crecen, entonces puedes recurrir a las uñas artificiales o sintéticas. Debido a sus ventajas y estética, su uso se ha extendido rápidamente en un sinfín de manos femeninas.
Y es que las uñas moldeadas pueden aplicarse en cualquier tipo de mujer, sin importar su edad u ocupación, no impiden realizar las tareas habituales, no se rompen o astillan, se conservan en el tamaño deseado, tienen apariencia natural, hay en todos tamaños, colores o diseños y su mantenimiento es accesible.
Esta tendencia empezó con uñas postizas que se colocaban con pegamento, duraban algunas horas o un par de días y sólo eran vendidas en tiendas de autoservicio o farmacias. Con el tiempo, se fue convirtiendo en moda, proliferando clínicas especializadas sólo en su colocación y cuidado.
Sin duda, las de acrílico y porcelana son las más aconsejables debido a que se adaptan perfectamente a la uña natural porque están hechas con polvos. Para su aplicación, se utiliza un molde, dándole la forma que se desee para después pulirla y limarla. Como son transparentes, es fácil ver el estado de la uña natural. “No presentan ningún rechazo ya que no contienen sustancias que causen alguna reacción en el cuerpo”, señaló Yanette Martínez, cosmetóloga y asesora de imagen.
En la modalidad de seda y fibra de vidrio se van colocando capas de seda y fibra de vidrio hasta crear la superficie similar a la uña. El inconveniente es que también interviene una uña de plástico como soporte, por lo que no siempre se adaptan de manera idónea. Además, son difíciles de decorar y se sugieren sólo a aquellas que les gusta lucirlas muy naturales. Tampoco existen posibilidades de rechazo.
Por su parte, las uñas de gel en realidad son de plástico y no en todos los casos lucen naturales porque ya tienen un tamaño y forma prefabricados, pudiendo ser demasiado curvas, lo que dificulta su colocación. Tienen cerca de 20 años en el mercado y no se recomiendan para mujeres que tienen mucho contacto con el agua pues las pueden rechazar por los químicos con que están formadas.
Tu carta de presentación
Para alargar la vida útil de tus uñas sintéticas y mantenerlas resplandecientes, debes acudir a un clínica de belleza donde recibirán el cuidado necesario; así lucirán como recién puestas. Además, es importante que no las muerdas o las uses como herramientas (abrelatas, desarmadores, etcétera).
Pueden durar hasta seis meses. En caso de que una uña postiza se despegue, es importante limpiarla con alcohol, lo mismo que a la natural antes de volver a aplicar pegamento. Cuando haya dolor, cambios de coloración o lesiones en la uña verdadera, de inmediato se debe consultar con el médico. En términos generales, el uso constante de uñas artificiales sin las precauciones necesarias puede desencadenar consecuencias directa de la humedad; al principio lucen como moho blanco y fino, adquiriendo una coloración verdosa que se hace profunda con el paso del tiempo y que podría desprender a la uña original. Lo ideal es que reciban un retoque cada 15 días para además controlar oportunamente cualquier problema de parásito.
Además también está el riego de las alergias por lo que antes de aplicar una uña artificial debes cerciorarte de que no eres alérgica a los químicos empleados; puedes hacerlo untando una muy pequeña cantidad de adhesivo, barniz o quitaesmalte y esperar unos minutos para conocer la reacción.
Por último, revisa el estado de las cutículas, que de inflamarse y enrojecer significará que hay rechazo por parte de la piel.