IMPORTANTE la resolución que tomó la LVII Legislatura del Estado de Coahuila al aprobar la iniciativa promovida por el gobernador del estado Humberto Moreira, con relación a la aplicación de la pena capital a los secuestradores que lleguen a privar de la vida a su víctima. El acuerdo aprobado por los diputados de Coahuila establece, que la LVII Legislatura deberá enviar la iniciativa de reforma a los artículos 14 y 22 de la Constitución que prohíben la pena de muerte, al Congreso de la Unión.
EL TEMA discutido al seno del Congreso local ocupó solamente tres horas, realmente poco tiempo, si consideramos la trascendencia del tema que se discutía y sus implicaciones en los campos de la justicia, la moral, la religión, la ética, etc. La propuesta fue aprobada por una mayoría de 22 votos a favor, 22 de ellos emitidos por los priistas y diez en contra sufragados por los diputados perredistas y panistas. La exposición de motivos de la propuesta contiene fundamentos jurídicos y afirma se aplicaría a personas que son dañinas a la sociedad, “como cuando se amputa una parte del cuerpo para salvarlo”.
TEMA POLÉMICO de por sí, podría ser abordado, analizado y estudiado desde varios puntos de vista y diversos aspectos disciplinarios del conocimiento humano, aunque estaríamos ciertos, de que nunca se conseguiría llegar a un punto de coincidencias de criterio.
EL PAÍS EN SU conjunto vive tiempos difíciles por el desbordamiento de la delincuencia que ha venido a rebasar al mismo Estado, ahora enfrascado en costosa y dolorosa guerra en contra del crimen organizado. Ante esta realidad que no se puede negar y está a la vista de todos, ya que frente al diario parte de guerra que destacan los medios electrónicos, la sociedad ha venido reaccionando con rabia, coraje e impotencia sin lograr encontrar una solución rápida y eficaz a los males que la abaten.
LA SOCIEDAD en su desesperación busca asirse a algo, a lo que sea, a lo que ella piensa resolvería el problema o por lo menos llegaría a desalentarlo o inhibirlo, muy especialmente al secuestro.
ESTE DELITO del secuestro ha golpeado muy específicamente a los habitantes de la ciudad de Torreón, en donde se cometió el 80% de todos los secuestros que se sufrieron en el estado de Coahuila. Se trata de un delito que conlleva uno de los aspectos más oscuros de la maldad humana. Pues siendo cobarde de principio, opera bajo el factor sorpresa y pone posteriormente en juego una serie de sentimientos y valores humanos como son la lealtad, la tranquilidad familiar, el amor, la seguridad, la rabia y la impotencia de las víctimas y de todo su entorno familiar.
ES UN DELITO que puede destruir emocionalmente y para siempre la vida de la víctima y la de sus familiares. Con este acto criminal la víctima y sus familias pueden llegar a perder sus ahorros y su patrimonio producto de toda una vida de trabajo, esfuerzo y honestidad. Este ilícito exhibe de manera descarnada la vileza de este tipo de alimañas que son los secuestradores.
EL GRITO QUE la sociedad viene manifestando desde hace años en contra de los secuestradores no ha tenido eco. La impotencia de las autoridades para resolverlo, prevenirlo o castigarlo (en la mayoría de las veces han sido miembros de los cuerpos policiacos los secuestradores) de ahí que la sociedad se haya desalentado y desesperado, cierta de que los mexicanos no tienen la más elemental protección del Estado para preservar sus vidas y bienes.
EN LA INICIATIVA del gobernador Moreira y en el acuerdo del Congreso de Coahuila que la aprobó, podemos reconocer que algo importante subyace en ella: se tomó en cuenta la generalizada opinión de la gente, que busca en su impotencia y frustración la imposición de la pena capital. Un castigo para estos desalmados delincuentes que asesinan a su víctima. Al pueblo llano no le interesa analizar profundidades de derecho penal, de la ética o de los caminos de la moral, de la religión sobre el tema de la pena capital.
EL PUEBLO LLANO aquel que diariamente se levanta para buscar el sustento de su familia, únicamente sabe que está irritado por la insolencia e impunidad de los secuestradores y sus canallescos procedimientos para obtener un lucro inmediato y después tirar por cualquier lugar el cadáver de su víctima, hayan o no cobrado el rescate exigido.
DE AHÍ QUE la propuesta de Humberto Moreira y el acuerdo del Congreso Local le dio de una u otra manera, una respuesta al reclamo imperioso y mayoritario de la sociedad, que ya llegó al hartazgo por la impunidad y el crimen, sin necesidad de cualquier otro tipo de consideraciones jurídicas, morales, históricas o religiosas. Por lo pronto en las encuestas que hicieron algunos medios radiofónicos de la Ciudad de México el día de ayer, los radioyentes se manifestaron en un 90% conformes con la propuesta de la pena de muerte del gobernador Moreira y del Congreso Local de Coahuila y la posible reforma constitucional para imponer la pena de muerte.
A ESTA PROPUESTA le falta todavía un largo camino por recorrer a través de las cámaras federales, las legislaturas de los estados y pienso que en su azarosa ruta tendrá que llegar hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“El árbol de las leyes ha de podarse continuamente”, Anatole France (1844-1924) novelista francés.
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