Luego de una buena parranda, un hombre falleció al broncoaspirar por el exceso de alcohol que bebió.
Triste sorpresa
El lunes por la noche, Pablo Astorga Becerra, quien tenía 39 años y vivía en Bermejillo, Durango, fue llevado por unos amigos a su casa en “calidad de bulto”, ya que había ingerido demasiado alcohol en una reunión.
María de los Ángeles y Jesús, papás de Pablo, lo vieron llegar y al darse cuenta de su estado en el lo recostaron en su cama. Durante unas horas lo escucharon roncar, pero a las 2:00 de la mañana no se escuchó nada. Al asomarse para ver que todo estuviera bien, los papás de Pablo se percataron que su hijo había devuelto el estómago.
Se acercaron a revisarlo, pero ya no daba señales de vida, por lo que solicitaron la presencia del agente del Ministerio Público de Bermejillo.
Tenía cirrosis
Aunado a la congestión alcohólica que presentó Pedro, el médico legista que realizó la necropsia de ley determinó que el occiso presentaba huellas de padecimiento de cirrosis hepática.
El cuerpo fue trasladado a las 3:00 de la mañana al Semefo de Lerdo.