TODO SE DESTRUYÓ. La fuerza de la explosión aventó las cortinas de la sala hacia un árbol.
La potente explosión y el flamazo arrojaron a Josefina Salas de Flores al piso. Su hijo Luis Enrique Flores fue encontrado de pie. Ambos tenían quemaduras de segundo y tercer grado en sus cuerpos.
En el centro
Los bomberos llegaron y encontraron un caos total en García Carrillo 327. Una posible fuga de gas llenó la casa hasta el punto de que algo detonó la explosión.
Madre e hijo resultaron gravemente lesionados, pero Josefina, de 87 años, murió al llegar al Hospital Universitario. Ambos tenían graves quemaduras en el 90 por ciento de sus cuerpos.