Alexis asumió la conducción de la iglesia en 1990, en momentos en que la Unión Soviética atea suavizaba sus restricciones a la religión. (AP)
El patriarca ortodoxo ruso Alexis II, que presidió la era del renacimiento de la fe religiosa en la era postsoviética pero que fue acusado de hacer de su iglesia una fuerza nacionalista, murió hoy, dijo el patriarcado de Moscú. Tenía 79 años.
El informe dijo que murió en su residencia en las afueras de la capital, pero no dio el motivo de la muerte. Alexis padecía de una dolencia cardíaca desde hacía tiempo.
Alexis asumió la conducción de la iglesia en 1990, en momentos en que la Unión Soviética atea suavizaba sus restricciones a la religión.
Después que la Unión Soviética se desintegró al año siguiente, surgió la popularidad de la iglesia. Las cúpulas de los templos que habían sido despojadas de su cubierta de oro bajo el régimen soviético fueron doradas nuevamente, templos que habían sido convertidos en depósitos o abandonados a la fuerza fueron restaurados, y la televisión nacional empezó a transmitir misas durante los principales feriados religiosos.
En el momento de la muerte del dignatario, se calcula que los feligreses de su iglesia abarcan unos dos tercios de los 142 millones de rusos, lo que la erige como la mayor denominación ortodoxa del mundo.
Pero Alexis se quejó más de una vez de que la nueva libertad religiosa representaba una severa presión para la iglesia y deploró lo que consideró intentos de otras iglesias cristianas por buscar adherentes.
Estas quejas se centraron en la iglesia católica, y Alexis se negó a recibir una visita papal en Rusia a menos que se resolviese la cuestión del supuesto proselitismo.
"Al patriarca Alexis II le correspondió conducir la iglesia en un momento de gran transformación", dijo el secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad Cristiana, monseñor Brian Farrel, a la prensa italiana. "Fue capaz de llevar a cabo esta tarea con gran sentido de la responsabilidad y amor por la tradición rusa".
Alexis vivió lo suficiente como para ver la resolución de otra disputa religiosa. En el 2007 firmó un pacto con el metropolitano Laurus, líder de la disidente iglesia ortodoxa rusa fuera de Rusia, para acercar las dos denominaciones. La iglesia disidente con sede en Estados Unidos se había separado en 1927, después que el líder de la iglesia declaró lealtad al gobierno comunista.
Alexis presionó exitosamente por la promulgación de una ley religiosa en 1997 que aplicó restricciones a las actividades de otras religiones aparte de la iglesia ortodoxa, el islam, el judaísmo y el budismo. Bajo su dirección, la iglesia se opuso enérgicamente a las iglesias ortodoxas cismáticas en la vecina Ucrania, por considerar que la iglesia ucraniana debía mantenerse bajo control de Moscú.
Alexei Mijailovich Ridiger, su verdadero nombre, nació el 23 de febrero de 1929 en Tallín, Estonia. Hijo de un sacerdote, solía acompañar a sus padre en peregrinaciones a iglesias y monasterios, y ayudó a su padre a atender a prisioneros de campos de concentración nazis en Estonia. Fue durante esas visitas que decidió dedicarse a la vida religiosa.
Durante el régimen comunista no era nada fácil. Lenín y Stalin reprimieron la religión y miles de iglesias fueron destruidas o destinadas a otros usos, como por ejemplo museos dedicados al ateísmo o, en algunos casos, establos. Muchos religiosos y feligreses fueron perseguidos por sus creencias.