La mexicana Lucía Morett Álvarez relató el ataque al campamento de las FARC del pasado sábado, desde el hospital militar donde se recupera de las heridas que sufrió. (Notimex)
Padres niegan que joven mexicana herida en Ecuador tenga vínculos con las FARC.
Fuentes de la Cancillería mexicana e integrantes del Colectivo por la Unidad de América Latina informaron que hay dos mexicanos entre los 22 muertos en el ataque al campamento de las FARC en Ecuador.
Aunque sus nombres no han sido revelados, se confirmó que uno de ellos está matriculado en la Facultad de Filosofía de la UNAM y que ambos estaban con el grupo armado desde hace dos años.
La información también fue confirmada por fuentes de la Embajada de Ecuador en México.
Sobre Lucía Andrea Morett Álvarez, la mexicana que resultó herida, estudiantes de la Facultad de Filosofía confirmaron que ella pertenece al Núcleo Mexicano de Apoyo a las FARC-EP y que no es guerrillera.
Lucía Andrea “sólo es una estudiante con inquietudes y preocupaciones como docenas, cientos de universitarios… Ella no está vinculada a organizaciones armadas, a organizaciones militares, aseguró el padre de la mexicana.
“Es sólo una estudiante con inquietudes sociales y políticas de los jóvenes de su época”, dice Jorge Morett Sánchez, padre de la joven mexicana que se encuentra en un hospital militar en Quito.
Morett Sánchez, un profesor de la Universidad Autónoma de Chapingo, relató que su hija de 26 años de edad, es una activista, pero que siempre “ha estado en el plano legal”, participando en protestas, en acciones que tienen que ver con los derechos civiles, políticos y básicos de todos los mexicanos como la libertad de reunión, de expresión y la ha desarrollado en esos términos.
Sin embargo, recuerdó que desde la adolescencia mostró estas actitudes como cuando “le gritó en la cara al presidente Zedillo: respeta los Acuerdos de San Andrés”, y de eso Morett Sánchez justifica: “es algo dentro de nuestras libertades y nuestros propios derechos”.
El profesor comentó que desde el lunes, que tuvieron contacto con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el Gobierno mexicano les ofreció apoyo para agilizar los trámites de visado y las gestiones para la compra de boletos hacia Ecuador y verificar, personalmente, la situación de salud de su hija.
A decir del padre y de lo que le confirmaron en la Cancillería “el Gobierno ecuatoriano ha atestiguado que ella estaba ahí realizando actividades de investigación académica. No hay ningún cargo. Ninguna situación jurídica que le afecte a ella”.
Después de su visita a la SRE, con funcionarios de la Subsecretaría de América Latina, Morett Sánchez relató que existe “preocupación en el Gobierno mexicano por la situación”.
Sobre la situación legal de Morett Álvarez, el embajador de Ecuador en México, Galo Galarza señala que “carece de un estatus específico y simplemente está recibiendo ayuda humanitaria”, como corresponde a este tipo de casos.
El documento de una cuartilla, cinco párrafos y firmado por ambos padres, refiere que la joven “viajó a Ecuador para participar en un evento académico, y aprovechando la oportunidad, hacer actividades de turismo”, lo que más tarde fue confirmado en la entrevista, al decir que Lucía planeaba regresar a México el 11 de marzo.
Células en México
Por su parte, el Gobierno de Colombia investiga casas y oficinas donde se reúnen simpatizantes y activistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la Ciudad de México, Monterrey, Texcoco y Toluca, revelaron fuentes de Inteligencia colombianas.
Para determinar el nivel de alianzas y simpatía que existe entre organizaciones de izquierda mexicanas y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con las FARC el Gobierno de Colombia y el de México han investigado, por separado, desde 2007 una lista de direcciones principalmente en la Ciudad de México.
Mientras que el Gobierno de México hasta el momento no ha hecho pronunciamiento alguno sobre los simpatizantes de las FARC en México y nunca ha calificado a la guerrilla como grupo terrorista, el Gobierno de Colombia informó que las FARC mantienen presencia en México donde además de reactivar su aparato diplomático mediante redes bolivarianas, operan de manera paralela su aparato de narcotráfico.
Información de Inteligencia del Gobierno colombiano indica que las FARC destinan de sus ingresos que obtienen principalmente del narcotráfico, un millón de dólares para su frente internacional, con especial énfasis en México donde venden más de la mitad de la cocaína a los cárteles de la droga y donde hasta 2002 operaron una casa-habitación que se conoció como “la oficina de las FARC”, considerada como la más importante de su Red fuera de Colombia.
Relata mexicana incursión militar
Desde la cama del hospital militar de Quito donde se recupera de sus heridas, la mexicana Lucía Andrea Morett Álvarez narró a las cámaras de la televisión el ataque al campamento de la guerrilla colombiana de las FARC donde se encontraba.
“Yo estaba durmiendo y, de repente, lo que me despertó fue un bombardeo, muchas bombas. Se oían aviones y helicópteros que empezaron a tirar bombas hacia donde estábamos y, de ahí, mucho olor a quemado”, dijo la joven a la televisión colombiana.
El sábado, las Fuerzas Armadas colombianas bombardearon y atacaron un campamento ubicado dos kilómetros dentro de territorio ecuatoriano, en una operación que abatió al número dos de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), “Raúl Reyes”, y a otros guerrilleros.
La mexicana sólo resultó herida porque no se encontraba en el epicentro del ataque, que incluyó una incursión de tropas en tierra.
“Empecé a sentir que (las bombas) cayeron muy cerca de donde estaba y luego ráfagas de armas. Después de un rato escuché gritos. Yo no me moví de ahí porque me di cuenta de que estaba herida, no podía moverme. Nada más me arrastré un poquito hacia un lado”, relató.
Apenas se recupere, Andrea Morett sería entregada a la Embajada en Quito, según fuentes militares ecuatorianas.