Los ataques aéreos perpetrados el 22 de agosto por Estados Unidos en Afganistán mataron a unos 30 civiles, muchos más de los reconocidos en un principio por el alto mando, dijeron este miércoles funcionarios de Defensa.
La investigación descubrió que los bombardeos de un presunto recinto talibán en la provincia occidental de Herat mataron a unos 30 civiles, no de los cinco a siete admitidos en un principio, según un funcionario del Pentágono que habló a condición de guardar el anonimato porque no estaba autorizado a hacer declaraciones oficiales. El diario The New York Times dio la noticia en sus ediciones.
El gobierno afgano y las Naciones Unidas dijeron que la operación de agosto mató a unos 90 civiles. Una primera investigación estadounidense determinó que 35 guerrilleros y siete civiles murieron en los ataques, que empeoraron las relaciones afgano-estadounidenses.
El general David McKiernan, comandante de las fuerzas de la OTAN en n Afganistán, ordenó una segunda investigación poco después de ser difundidas fotos y videos en las que aparecían de 30 a 40 víctimas en la mezquita de Azizabad, entre ellos por lo menos 10 niños muertos.
Una delegación conjunta de legisladores afganos y funcionarios locales investigaron las consecuencias de los ataques y concluyeron que unos 90 civiles afganos, entre ellos 60 niños, murieron. la conclusión fue respaldada por un informe preliminar de la ONU.
El informe estadounidense concluyó que menos de 20 insurgentes murieron en la operación, según el Times.
El vocero del Ministerio del Interior afgano, Zemeri Bashary, dijo el miércoles que no había visto el nuevo informe estadounidense, aunque el gobierno afgano mantiene su conclusiones originales.
