Varias personas se reúnen junto a los restos de viviendas destruidas por bombardeos del Ejército paquistaní en el valle del Swat, Pakistán. (EFE)
Soldados paquistaníes mataron a 30 milicianos en un área cercana a la frontera con Afganistán ayer, al tiempo que el principal enviado estadounidense a la región visitaba Islamabad para conversaciones con líderes del Gobierno, dijeron funcionarios.
El viaje del subsecretario de Estado Richard Boucher se produce en medio de crecientes tensiones entre Pakistán y Estados Unidos a causa de presuntos ataques coheteriles norteamericanos contra milicianos en el Noroeste paquistaní.
La Embajada estadounidense no dio detalles del viaje de Boucher, limitándose a decir que había sido planeado desde hacía un tiempo y que el diplomático se iba a reunir con una serie de funcionarios del Gobierno.
Washington quiere que el Gobierno paquistaní haga más para combatir a Al Qaeda y el Talibán en el Noroeste, que son responsabilizados por ataques en Pakistán y Afganistán.
Pakistán insiste en que se toma la amenaza seriamente, pero Washington y funcionarios de la región sospechan que elementos dentro del Gobierno y las fuerzas de seguridad pudieran estar ayudando secretamente a los milicianos, una acusación que es rechazada por las autoridades.
En el más reciente combate cerca de la frontera, aviones pakistaníes bombardearon a los extremistas, matando a unos 20, dijo el portavoz del Ejército, mayor Athar Abbas. Las bombas hicieron blanco en un depósito de municiones, causando amplios daños.
En el vecino distrito de Bajur, siete milicianos murieron cuando aviones bombardearon sus posiciones, dijo Muhammad Jamil Khan, segundo funcionario del Gobierno en el área.
El funcionario de seguridad Fazl Rabi dijo que tres milicianos murieron en otras partes de Bajur cuando trataron de atacar un puesto militar.
No fue posible confirmar de inmediato la cifra de muertos.