Debido a una falla estructural, la escuela La Promesse, en las colinas, quedó reducida a escombros, salvo por parte del muro que daba a la calle. EFE
La cifra de muertos en el derrumbe de una escuela en Haití ascendió a 75 tras el hallazgo por los rescatistas de un aula ocupada por los alumnos y su docente, dijo el sábado la alcaldesa de Petionville, Claire Lydie Parent.
Se hallaron los cadáveres aplastados de por lo menos 17 estudiantes, en tanto continuaba la búsqueda de víctimas, dijo Parent a The Associated Press.
El presidente Rene Preval advirtió que muchos otros edificios presentan un riesgo similar de derrumbe en la empobrecida capital.
Preval dijo que la construcción endeble, debilitada todavía más por la falta de refuerzos de acero, era la causa de que se hubiera venido abajo el viernes el College La Promesse en Petionville.
El presidente dijo a la Associated Press que muchos edificios en todo Haití son peligrosos debido a la mala construcción y la falta de supervisión del gobierno.
"No son sólo las escuelas sino donde vive la gente, sus iglesias", dijo en el lugar del derrumbe, mientras las cuadrillas escarbaban entre los escombros en busca de más víctimas.
Las autoridades dijeron que cientos de estudiantes asistían a esa escuela y no se sabía por el momento cuántas personas había en el interior del edificio cuando se desplomó súbitamente.
El grupo de ayuda Médicos sin Fronteras trataba a más de 80 heridos, muchos ellos graves, dijo el vocero François Servranckx.
El presidente dijo que un alcalde anterior de Petionville había tratado de contener la expansión de La Promesse preocupado por su seguridad, pero que la gestión quedó en la nada cuando una nueva alcaldesa asumió en el suburbio de la capital sobre una colina.
"Tenemos que tener una política consistente que cuando una administración deja el cargo la siguiente continúe su trabajo", dijo Preval a la AP.
Haití, el país más pobre y políticamente tumultuoso en el hemisferio sur, ha experimentado este año motines debido a los crecientes precios de los alimentos y ha sufrido la devastación de una serie de huracanes y tormentas tropicales que dejaron unos 800 muertos.
El caótico esfuerzo de rescate de trabajadores de la Cruz Roja, fuerzas de paz de la ONU y las autoridades haitianas fue obstaculizado desde el inicio por miles de vecinos dolientes, que bloquearon la estrecha calle y se pelearon con funcionarios escolares para ingresar al edificio en busca de familiares y amigos.
Los soldados de la ONU y la policía haitiana consiguieron establecer un poco de orden colocando cadenas humanas y retenes de control a lo largo de la ruta en las colinas adyacentes a Puerto Príncipe. Pero no habían logrado llevar equipos pesados al lugar de la tragedia, lo que ha obligado a los socorristas a trabajar básicamente con las manos.
Los pobladores locales sospechan que la escuela de tres pisos, en la ladera de una colina, fue reconstruida de manera deficiente luego de un derrumbe parcial ocurrido hace ocho años, dijo Jinny Germain, profesor de francés en el plantel.
Indicó que las personas que vivían colina abajo dejaron sus terrenos ante el temor de que la escuela se derrumbara sobre ellos, y que el dueño trató de comprar las propiedades abandonadas.
El tercer piso del edificio de concreto seguía en construcción, y la alcaldesa de Petionville, Claire Rudie Parent, dijo a la AP que hay sospechas de que un defecto estructural causó el colapso, no las lluvias recientes.
El jefe policial Francene Moreau dijo que el ministerio encargado de la escuela, operada por la iglesia, podría enfrentar cargos penales.
Indicó que las personas que vivían colina abajo dejaron sus terrenos ante el temor de que la escuela se derrumbara sobre ellos, y que el dueño trató de comprar las propiedades abandonadas.
Alrededor de 500 estudiantes, desde jardín de niños hasta preparatoria, asisten a la escuela, dijo la alcaldesa de Petionville, Claire Rudie Parent, a The Associated Press. Dijo no saber cuántas personas estaban adentro del plantel al momento de ocurrir el derrumbe, bien transcurrida la mañana.
La organización Médicos sin Fronteras dice que ha sacado a 85 adultos y niños lesionados de la escuela, la mitad con heridas que ponían en riesgo su vida.
Mientras los rescatistas sacaban a los heridos, una multitud prorrumpió en sollozos y oraciones. "Mi hijo, mi hijo", gritó una mujer.
"No hay palabras para describir esto", dijo la alcaldesa, mientras cientos de personas y rescatistas buscaban a posibles sobrevivientes.
El gobierno dominicano envió ayuda urgente para dar asistencia a las víctimas del derrumbe.
El ministro de Salud Pública, Bautista Rojas, informó que viajó a Puerto Príncipe con dos helicópteros para dar asistencia a los afectados por la tragedia. Rojas dijo que todo el personal médico de República Dominicana en la región fronteriza con Haití estaba a disposición del vecino país y que activó el sistema sanitario para el traslado de los pacientes en caso necesario.
Fuerzas de paz de las Naciones Unidas y policías haitianos trataron de abrirse paso entre miles de mirones para que tres batallones de ingenieros militares de Brasil, Chile y Ecuador ayudaran en el rescate.
El comandante de las fuerzas de la ONU, Carlos Alberto Dos Santos Cruz, dijo que tuvo que estacionarse a un kilómetro (0.8 millas) de la escuela y caminar hacia ella, porque no le permitía pasar la multitud.
Parent dijo sospechar que un fallo estructural causó el derrumbe del segundo piso del edificio sobre el primero. La escuela La Promesse, en las colinas, quedó reducida a escombros, salvo por parte del muro que daba a la calle. La alcaldesa expresó dudas de que las lluvias hayan sido una de las causas del derrumbe.
Matt Marek, jefe de programas de la Cruz Roja de Estados Unidos en Haití, indicó que la cifra de muertos podría ser mucho mayor.
Voluntarios equipados con palas y hachas dijeron que trataban de dar agua a quienes estuvieran atrapados bajo los escombros. Otras personas se concentraron en la zona, orando a gritos mientras los vehículos de emergencia llegaban a la escuela.
Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental, ha tratado de recuperarse de un año caótico en el que se registraron manifestaciones enormes ante el alza en los precios de la comida y una serie de huracanes y tormentas tropicales que dejaron casi 800 muertos.