Varios jóvenes se enfrentaron ayer a la Policía Antidisturbios en el centro de Atenas (Grecia), después de que un policía matara de un disparo a un muchacho de 16 años durante una intervención policial. (EFE)
Unos 500 manifestantes lanzaron ayer piedras y bombas incendiarias contra el cuartel central de la Policía en Salónica, informaron las televisiones locales.
La acción de los violentos se produce después de la fuerte ola de disturbios registrada la noche del sábado en Atenas y otras ciudades del país tras la muerte de un menor por un disparo de la Policía en el barrio ateniense de Exarhia.
En el Centro de Atenas se congregaron ayer por la mañana más de 2 mil 500 personas y marcharon por las calles principales hacia el cuartel general de la Policía.
“Que se vaya el Gobierno de los asesinos”, “Asesinos de un niño de 16 años”, son algunos de los lemas que se leían en las pancartas de los manifestantes.
La organización “Red para los Derechos Sociales y Humanos” ha llamado a los ciudadanos de todas las tendencias políticas a levantarse contra “la violencia estatal”.
“Vivimos en un Estado policial”, declaró a los medios Mania Vasepski, portavoz de la citada red.
Las brigadas antidisturbios se encuentran en máxima alerta, aunque a cierta distancia, para vigilar la manifestación.
En otras ciudades, como Salonica, Ioanina, en la isla de Creta, se preparan también nuevas manifestaciones.
La muerte del estudiante de 16 años, sobre la cual circulaban ayer dos versiones divergentes, desató una de las más violentas olas de protestas y disturbios de los últimos años en Atenas, que se extendió luego a otras ciudades del país.
Centenares de jóvenes se enfrentaron con las fuerzas del orden y ocasionaron daños materiales a tiendas, bancos y vehículos al tiempo que levantaban barricadas en avenidas centrales de la ciudad.
Las autoridades hicieron ayer un recuento de los numerosos daños ocasionados en el mayor centro comercial de la capital y en otros puntos de la ciudad que fueron objeto de ataques incendiarios y saqueos, al igual que numerosos automóviles privados.
El presidente heleno, Carolos Papulias, y el primer ministro, Costas Caramanlis, enviaron su pésame a la familia del adolescente Alexandros Grigoropulos.
El ministro del Interior, Prokopis Pavlopulos, expresó su apoyo a la Policía y dijo que respetaba “el derecho a las manifestaciones, pero (éstas) no deben de hacerse con destrucción de la propiedad publica y privada” .
“La Policía estará presente para cuidar de la vida de cada uno de los manifestantes”, declaró el ministro poco después de que Caramanlis rechazara la dimisión que le había presentado Pavlopulos tras la tragedia.