El exceso de consumo de medicamento causó la muerte.
Durango. Víctima de un paro cardiorespitatorio, dejó de existir Rosa María Ávila Rosales, de 39 años de edad, en la cama de su casa ubicada en la colonia Hipódromo. Fue su hija menor quien la encontró sin vida, luego de haber excedido la cantidad de medicamento que ingería para controlar la depresión que padecía desde hacía tiempo y que al final la arrastró a la muerte.
Sobredosis. El diagnóstico indica que Rosa María falleció víctima de un paro cardiorrespiratorio al ingerir gran cantidad de medicamentos controlados, los cuales empleba como tratamiento médico para combatir las constantes depresiones que sufría. Según los testimonios, en ocasiones anteriores ya había sufrido intoxicaciones similares por la misma situación; se especula que la misma depresión la orillaba a tomar más pastillas de las que necesitaba. Esta vez también se le pasó la dosis aunque el exceso de medicamentos dejó consecuencias fatales.