La brutalidad con la que son golpeadas algunas mujeres, requiere la intervención de paramédicos para trasladarlas a recibir atención médica.
El Siglo de Durango
La falta de paciencia no es una de las mayores virtudes de Ricardo Vera Salazar, de 38 años de edad, quien de una brutal golpiza mandó al Hospital General a su esposa. Aunque se encuentran separados desde hace algún tiempo tras una plática civilizada para tratar de arreglar la situación conyugal y no lograr una solución satisfactoria procedió a propinarle la tunda.
PROBLEMAS
Ricardo se dirigió al domicilio de su aún esposa Verónica Guadalupe Carmona Arteaga, de 32 años de edad, ubicado en la calle Cuernavaca de la colonia Chulas Fronteras, a fin de sostener una plática que los condujera a una solución a su problema marital que los mantiene separados hasta el momento.
Ambas partes sostuvieron posteriormente una discusión fuerte y al no tener una respuesta favorable Ricardo perdió los estribos y se abalanzó en contra de Verónica para agredirla a golpes hasta cansarse. De poco sirvieron las súplicas y los gritos de la mujer, su ex pareja siguió propinándole golpes de todo tipo sin medir las posibles consecuencias de sus actos.
LESIONES Y HUÍDA
La paliza que recibió Verónica Guadalupe le produjo fuertes golpes que se le apreciaron en el Hospital General, distribuidos en diversas partes del cuerpo, además de evidentes moretones en el rostro producto de las patadas y puñetazos recibidos. Cuando Ricardo terminó de atacar a su amada se dio a la fuga y hasta el momento no ha sido posible dar con su paradero para realizar la detención.
