
Sin título, Mural for End Wall 1959, una de las obras que se pueden ver en una exposición en la Tate Modern londinense que explora los últimos años de la obra de Mark Rothko, en los que su paleta fue oscureciéndose hacia marrones, granates y negros y el artista abordó hasta lo obsesivo las distintas posibilidades de una idea en sus famosas series. Es precisamente una serie de murales, los que el artista estadounidense pintó para el restaurante 'Las cuatro estaciones' del edificio Seagram de Nueva York, la joya de la exposición, que reúne cincuenta trabajos que Rothko hizo entre 1958 y 1970, año en que se suicidó.