Una reacción inmediata en casos de intoxicación medicamentosa, puede ser vital para salvar la vida de la víctima.
Durango. Un dolor de cabeza terminó por costarle la vida a Esmeralda Díaz Enríquez, de 51 años de edad, pues decidió ingerir grandes cantidades de dos tipos de medicamentos al grado de intoxicarse; el deceso se registró poco después de las 22:00 horas del martes en una de las salas del Hospital General, a donde fue trasladada para tratar de salvarla, pero era demasiado tarde.
Se excedió de la dosis. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) confirmó que no se trató de un suicidio y que nunca intentó atentar contra su vida, Esmeralda simplemente se automedicó para quitarse el dolor de cabeza, pero al no encontrar resultados optó por tratar con otro producto de marca distinta que le generó una intoxicación medicamentosa, que terminó por quitarle la vida pese a los esfuerzos de los especialistas.
El Siglo de Durango