La fragilidad de la vida se puede quebrar en cualquier momento. El luto que llevaba una familia tamaulipeca se agravó con la muerte de uno de los sobrevivientes del accidente fatal en el que murieron el padre y una de las hijas de dicha familia.
Fatalidad
En el kilómetro 168 de la carretera Torreón-Saltillo, la muerte acechaba a dos integrantes de la familia Arvizo Hernández. Luis Antonio Arvizo, de 38 años, manejaba una camioneta negra, en la cual viajaban él, su esposa Mireya, y sus tres hijos, Camila, de 4 años, y los gemelos Alex y Cassandra, de 2 años y medio.
La desgracia los sorprendió a las 8:30 de la mañana del 22 de diciembre, cuando Luis Antonio perdió el control del volante para enseguida salirse de la carretera, quedando su troca volcada en la terracería. En el momento, Luis Antonio y Cassandra murieron. Camila quedó con heridas en la frente y en un ojo y Mireya con varias fracturas en el cuerpo. Alex quedó con graves heridas en su columna y su cabeza, por los brutales golpes.
Ya no más
En la clínica 71 del Seguro Social, Alex perdió la batalla contra la muerte la mañana del viernes. Los médicos de dicho hospital lucharon por salvarle la vida, pero el daño era demasiado grande. La esperanza de un milagro de año nuevo para este niño se perdió del todo.