La cerca de acero que el Gobierno estadounidense quiere levantar a lo largo de la frontera con México dividiría las dependencias de la Universidad de Texas en Brownsville y separaría su cancha de golf del resto del establecimiento.
Las autoridades dicen que esa división atentaría contra la misión de la universidad: promover vínculos más estrechos entre Estados Unidos y México.
La universidad -construida cerca del Río Bravo en terrenos donde los dos países se cañonearon durante la guerra mexico-estadounidense hace 160 años- recluta estudiantes mexicanos, ofrece clases sobre Gobierno y negocios en inglés y español, y produce los muy necesitados profesores bilingües. Tiene una estación de biología en México y congrega a educadores en una Conferencia Binacional todos los años. Unos 400 de los 17 mil estudiantes son de México, y más de la mitad de ellos transpone el río para asistir a clases.
La cerca, si se construye tal como la avizora la Patrulla Fronteriza estadounidense, pasaría a 1.6 kilómetros al Norte del Río Bravo, la división internacional, y separaría 0.28 millas cuadradas de las 0.73 millas cuadradas de los terrenos del establecimiento. Las autoridades universitarias dicen que aplastaría sus esperanzas de expandirse en el futuro hacia el río y que transmitiría un mensaje negativo del otro lado de la frontera.
“Cortar y separar el ‘bi’ de ‘binacional’ viola la esencia de esta universidad”, dijo su presidenta Juliet García, cuya oficina está en lo que fue alguna vez el hospital de Fort Brown, construido poco después de la Guerra Civil.
El lunes, las autoridades universitarias pedirán a un juez federal que obligue a funcionarios del Gobierno a negociar con la universidad alternativas a la cerca, en continuación de una prolongada batalla legal que comenzó cuando el Departamento de Seguridad Interna demandó al establecimiento por negarse a permitir la entrada de agrimensores a su propiedad.
En marzo, un juez federal ordenó al Departamento considerar “la condición singular de la universidad en su condición de establecimiento de enseñanza superior” reduciendo el impacto sobre “el ambiente, la cultura, el comercio y la calidad de vida” en la universidad. Pero las dos partes no han podido ponerse de acuerdo en algún tipo de alternativa a la cerca.
Un vocero de la Patrulla Fronteriza dijo que la cuestión será ventilada ante la justicia y se negó a formular comentarios.
La cerca es construida lejos del río por temor a que altere su curso y cambie ilegalmente la frontera internacional.
Después de su construcción se podrá llegar a la universidad desde México por tres puentes internacionales que conectan Brownsville con Matamoros, México.
Inmigración, tema muy sensible en Europa
La comisaria europea de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, admitió ayer la “preocupación” de Latinoamérica por la directiva de retorno, pero pidió que comprendan que la inmigración “también es un tema muy sensible en Europa” .
En declaraciones en la ciudad siberiana de Jantí-Mansiysk, donde participa en una Cumbre entre la Unión Europea y Rusia, la comisaria expresó asimismo su disposición a “dialogar” con los representantes que la Organización de Estados Americanos (OEA) pretende enviar a Europa para analizar la nueva legislación. “Sabemos que es un tema muy sensible, especialmente en América Latina, conocemos su preocupación y les recibiremos para dialogar. Pero es también un tema muy sensible en Europa, y así se lo explicaremos a nuestros colegas y amigos”, afirmó Ferrero-Waldner.
La comisaria recalcó asimismo que este proceso de explicación y diálogo sobre la legislación aprobada recientemente por los gobiernos europeos ya comenzó en la pasada Cumbre de Lima entre la UE y América Latina.
Sobre la posibilidad de introducir cambios en los aspectos más polémicos de la normativa, la comisaria recordó que “de momento, ya está aprobada” la actual versión.