Las principales causas de muerte materna en México son por hemorragias, infección en la sangre y preclampsia, según informó el IMSS.
Hemorragias, infección en la sangre y preclampsia son las principales causas de muerte materna.
Factores como la anemia, tabaquismo, falta de vitamina C, estrés, embarazos antes de los 18 y después de los 35 años, preclampsia, problemas inmunológicos como el lupus, han propiciado que en México el ocho por ciento de los niños nazcan prematuros, es decir, antes de las 37 semanas de gestación.
De acuerdo a un comunicado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las principales causas de muerte materna en México son por hemorragias, infección en la sangre y preclampsia; la secuela que llega a tener la madre a consecuencia de un parto prematuro es daño renal.
Desde hace 10 años el Seguro Social practica tres exámenes básicos para conocer la situación de la paciente y del bebé, logrando reducir hasta 30 por ciento la mortalidad por prematurez, pues el objetivo es determinar el momento del parto de una madre con síntomas de alumbramiento predetermino.
Con el estudio de fibronectina fetal (sustancia que sirve de “pegamento” entre la placenta y el útero), los especialistas del IMSS pueden diagnosticar un parto pretérmino hasta por arriba del 85 por ciento de los casos.
Dicha prueba consiste en tomar una muestra del cuello de la matriz y analizarla. Si hay “adhesivo” en la vagina entre la semana 24 y la 36, indica que la unión (placenta y útero) se está desprendiendo y existe riesgo de nacimiento prematuro.
Otro estudio empleado por especialistas del IMSS, es un ultrasonido por vía vaginal, el cual diagnostica qué tan largo y abierto está el cuello de la matriz; cuando una mujer tiene cuello corto menor a 15 milímetros tiene alto riesgo de que el bebé nazca prematuro.
Esta prueba aplicada durante el primer trimestre, determina la edad del feto, ayuda a descartar amenaza de aborto, evalúa la actividad cardiaca del bebé e identifica anomalías en la placenta, útero y otras estructuras pélvicas.
A través de la monitorización fetal, se identifican los movimientos del bebé y las contracciones de la madre. Esto ayuda a evaluar constantemente la salud del feto y garantiza un diagnóstico certero de oxigenación; las complicaciones de un menor por debajo de los 700 gramos son daño neurológico, ceguera e insuficiencia respiratoria, por lo que, en este rubro, la mortalidad es del 95 por ciento.
Entre 700 gramos y un kilo y medio, la sobrevida es aproximadamente del 80 por ciento; aunque algunos de ellos tienen secuelas como bajo intelecto, sordera o parálisis cerebral; mientras que arriba de kilo y medio, las probabilidades de sobrevivencia del bebé son mayores.
Según el comunicado del IMSS, si la madre padece preclampsia y se agrava después de dar a luz puede tener daño renal o alteraciones en la coagulación de la sangre, pérdida del útero si existe una infección de membranas por una bacteria y, en una situación extrema muerte, si la infección llega a la sangre.
El Seguro Social exhortó a las madres de familia a no fumar ni beber, tener un complemento de vitamina C, Omega 3 y ácido fólico, así como acudir con el médico cada tres o cuatro semanas y una vez por trimestre hacerse exámenes de laboratorio, ultrasonido, tener una buena higiene, una correcta alimentación y, sobre todo, un buen control prenatal.
Consejos
El Seguro Social exhortó a las madres de familia a seguir los siguientes consejos para tener un bebé saludable:
No fumar.
No beber.
Tener un complemento de vitamina C, Omega 3 y ácido fólico.
Acudir con el médico cada tres o cuatro semanas.
Una vez por trimestre hacerse exámenes de laboratorio y ultrasonido.
Tener una buena higiene, una correcta alimentación y, sobre todo, un buen control prenatal.
FUENTE: Instituto Mexicano del Seguro Social