La crisis económica que actualmente se vive en todo el mundo da un matiz diferente a esta Navidad. A pesar de que los centros comerciales lucen llenos en su mayoría, es necesario hacer un alto en el camino y reflexionar en los retos que nos espera el próximo año. De ahí que sea importante sacrificar la tradición de los regalos para fomentar el ahorro.
Algunos psicólogos afirman que la Navidad representa para muchas personas una época de renacimiento, donde se establecen y estrechan los vínculos afectivos; al mismo tiempo es una oportunidad para volver a empezar y también se puede relacionar con un proceso de evaluación de logros y fracasos. En lo individual es importante hacer esta reflexión, al mismo tiempo que es importante analizar el contexto nacional y local del año 2008.
A nivel local el año que se va no fue nada sencillo, particularmente en el rubro de la seguridad, donde la Policía de Torreón se enfrentó con las fuerzas federales y el número de homicidios rompió récord. A esto hay que sumarle el cierre de empresas, los paros técnicos, así como la violencia a nivel nacional que arrojó más de 5 mil muertos.
Sin embargo, a pesar de lo negativo que se ve el panorama, estas fechas nos invitan a la reflexión y al encuentro con la familia. Bienvenida la fiesta, pero ésta no debe caer en excesos, tanto de consumo de alcohol como en el aspecto económico.
Las familias harán bien en recortar su presupuesto destinado a la fiesta y a los regalos, es importante ahorrar y no dejarse llevar por la marea de consumo. El panorama en 2009 es incierto, los retos a los que nos enfrentaremos como sociedad serán muchos, donde entre los más importantes será el redoblar esfuerzos en los trabajos.
Estamos a dos días de celebrar la Noche Buena, la celebración nos debe de llenar de alegría, pero hoy más que nunca debemos tomar en cuenta que sólo con trabajo podremos sortear la severa crisis económica que habrá de caracterizar el año 2009. Hoy más que nunca el mejor regalo que podemos pedir a Santa Claus es trabajo y salud, pero dependerá sobre todo de cada uno de nosotros el no caer en excesos en estas fiestas decembrinas porque el año 2009 se ve incierto.