El padre le transmite a su hija cómo debe ser con la sociedad, le inculca los valores tradicionales dependiendo del grupo social al que pertenezca.
La voz popular que indica que la madre soltera debe ser padre y madre a la vez no se refiere sólo al plano económico y moral, sino también a la salud mental de los niños.
La figura paterna es una parte esencial en el desarrollo infantil, y ésta puede ser representada no sólo por el padre biológico, sino por otro varón de la familia o por la misma madre.
De acuerdo con el siquiatra David López Garza, las madres, aunque no vivan con su pareja, deben guardar dentro de sí una buena imagen paterna para poder transmitirla al hijo desde los primeros contactos.
El especialista del Centro Médico ABC, explicó que si está el padre presente durante el embarazo y los primeros años, él mismo y la madre transmiten al niño cuáles son las funciones que ellos tienen.
Es decir, el padre, en un sentido psicológico, protege al hijo de todas las amenazas que puede haber. Por costumbre, es quien asegura el alimento, la casa, el vestido, los medicamentos y también la protección a la madre para que el niño se sienta seguro. Todo ello se refleja en su desarrollo físico y psicológico.
“A medida que el niño crece, su mente se nutre con lo que hace la madre, las tías, las abuelas... y forma una figura materna, pasa igual con el padre, los tíos, los abuelos, quienes construyen su figura paterna. Así se configuran los roles de cada género”, explicó López Garza.
También existe diferencia entre lo que da el padre a un niño y a una niña. El siquiatra agrega que el padre le transmite al varón una figura de identificación, cómo debe ser el hombre consigo mismo, con la mujer, con la sociedad, le inculca los valores tradicionales dependiendo del grupo social al que pertenezca. A la niña le transfiere los roles que están establecidos en su familia.