La corriente del Nazas se llevó una laguna de aguas residuales que se encontraba en el lecho poco después del puente Solidaridad.
El Simas se deslindó de haber tirado aguas residuales “crudas” procedentes de los fraccionamientos ubicados en la zona norte de la ciudad, al lecho del río Nazas antes de la actual avenida que hizo desaparecer dos grandes lagunas de agua contaminada que tenían más de una década provocando filtraciones al subsuelo.
Alberto Díaz de León Rodríguez, gerente de la empresa abastecedora, asegura que lo que había en el anterior lecho seco del río Nazas eran “aguas azules, procedentes de usos industriales, pero nosotros no usamos aguas industriales y sólo una vez dejamos correr el agua al río, cuando tuvimos problemas con un cárcamo”.
Dice que no es al Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento a quien se le debe reclamar sobre este asunto sino a quienes por años depositaron en esa laguna sus residuos color azul.
El gerente del Simas garantiza que ni antes, ni una vez que pase la actual avenida por el río Nazas, “se debe permitir ni que se tiren aguas residuales y tampoco basura, sino hacer el mayor esfuerzo por mantener el cauce limpio”.
Díaz de León asegura que de las aguas de drenaje “crudas” que salen de más de doce fraccionamientos situados al norte de la ciudad, se envía parte para el riego de cultivos de forrajes a petición de un pequeño propietario del ejido La Unión, “pero la mayor parte se envía a la planta tratadora de aguas residuales vía un cárcamo que opera por el bulevar Las Quintas, entra por el Coliseo y llega a la Zona Industrial y de ahí se bombea al ejido Rancho Alegre.
El gerente general del Simas indica que en el lecho del río hay algunos tubos que se utilizan para descargar aguas residuales pero son las autoridades federales de la Comisión Nacional del Agua las que deben atender esta situación relacionada con el buen estado del cauce.