Una mujer británica, originaria de Mongolia, acusó de racismo a una universidad británica que rechazó inscribirla a un curso de contabilidad con el argumento de que la asignatura no era conveniente para “personas orientales”.
Odgerel Hatenboer, de 33 años, ha vivido en Reino Unido desde hace siete años y recientemente se mudó a la localidad de Gwersyllt, en Gales, sin embargo al buscar su superación profesional se llevó una sorpresa, reportó la cadena British Broadcasting Corporation (BBC).
La mujer, casada con un británico y madre de una niña, acudió a la Universidad de Glyndwr a inscribirse al curso y quedó aterrada al escuchar a un miembro del personal de la escuela decirle que “el curso no es conveniente para la gente como usted, gente oriental”.
El hombre dijo que “la gente oriental tiende a aceptar lo que está escrito en los libros y lo que dice el conferenciante, pero el curso no es nada de lo que ha estudiado en el pasado, para el curso se requieren habilidades más analíticas”, refirió.
“El tipo ni siquiera preguntó mis antecedentes ni mis calificaciones”, dijo indignada Hatenboer, quien estudió desarrollo económico en la Universidad de Manchester y tiene diplomas de la Asociación de Técnicos en Contabilidad.
La mujer, sin embargo, terminó el formulario de inscripción, que según le indicaron pasaría al departamento de ingreso de la universidad, pero cuando quiso comprobar el registro vía Internet descubrió que éste no había sido efectuado, por lo que presentó una demanda oficial.
“Es indignante, esto fue ciertamente un hecho racista. No sucedió en la calle o en una tienda, sucedió en una universidad que se supone debe ser una institución multirracial con personas educadas. Estamos en el siglo XXI”, puntualizó.
Los directivos de la universidad por su parte dijeron sentirse muy orgullosos de sus valores y la naturaleza multicultural de sus estudiantes, por lo cual aseguraron que no toleran ninguna expresión de racismo.
Tras disculparse por lo que llamaron un “mal registro de la inscripción a causa de un error humano”, señalaron que la universidad ya había tomado las “medidas apropiadas” y que puso en marcha una investigación cuidadosa para determinar lo sucedido.
