Descarta el rector de la UNAM, José Narro, de forma categórica la presencia de guerrilleros.
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro, negó que grupos guerrilleros como las FARC y otros estén infiltrados entre los universitarios.
“Lo hemos dicho y lo sostenemos categóricamente: éste no es el caso. En la universidad lo que hay es una pluralidad de pensamiento, en la universidad lo que hay es una manera completa y muy diversa de ver, de discutir las diferentes posiciones y situaciones. Eso es lo que existe en la universidad, eso es lo que hay todos los días”, aseguró el líder universitario.
Agregó que los demás comentarios que se hagan al respecto “son simplemente señalamientos fuera de lugar, que lastiman a nuestra casa de estudios y que no estamos dispuestos, de ninguna manera, a aceptarlos”.
Mientras el rector Narro Robles acompañó al jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, a la inauguración de la ampliación de la línea 1 del Metrobús, directores de facultades, escuelas, institutos y centros, y titulares de áreas académicas y administrativas de la UNAM, deploraron “la absurda caracterización que unos cuantos pretenden hacer” de la Universidad Nacional, los intentos por lastimar a la institución, por buscar disminuir la trascendencia de su quehacer y tratar de afectar a toda la comunidad, a través de un pronunciamiento de siete puntos.
En el documento reafirman que cada uno de los integrantes de una comunidad de más de 350 mil universitarios, “tan plural y compleja”, debe responder por sus actos y las consecuencias que de ellos se deriven.
Los directores y titulares de entidades y dependencias de la UNAM, lamentan -en el texto- la pérdida de vidas y las lesiones originadas por los actos violentos registrados en el campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en particular la que afectó a algunos miembros de la comunidad universitaria.
Consideraron como reprobables estos hechos, con independencia de las circunstancias que los hayan originado, los titulares manifestaron su preocupación por la salud, integridad y el respeto a los derechos de los universitarios involucrados y solicitaron a las autoridades realicen una investigación seria y objetiva, que deslinde las responsabilidades individuales y colectivas.
En breve entrevista, el rector Narro aceptó que “es probable que tres de nuestros estudiantes pudieran haber fallecido (en el ataque en Ecuador)”.
PGR vincula a casa de cambio con guerrilla
La Casa de Cambio Puebla es una de las piezas clave de una investigación federal, ya que fue utilizada para operaciones de “lavado” de dinero por parte de los nueve colombianos detenidos en nuestro país, que son investigados por sus nexos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), además también fue utilizada por los operadores financieros del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) revelaron la existencia de esta conexión, que fortalece la hipótesis de la relación entre los colombianos detenidos en noviembre pasado, que fungían como enlace del grupo guerrillero y los capos de su país, en las operaciones de narcotráfico con cárteles mexicanos.
Esta misma casa de cambio también es investigada por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), que en febrero pasado “congeló” cuentas por casi 11 millones de dólares, ante la sospecha de que su sucursal en ese país era utilizada por los cárteles de la droga para el “lavado” de activos en su territorio.
Las autoridades federales revelaron que en México las pesquisas conducen a las operaciones de esta casa de cambio, como un factor común entre los nueve operadores del Cártel del Valle del Norte de Colombia y la llamada Federación –la alianza que integran los cárteles de Sinaloa y Juárez–, que encabeza “El Chapo” Guzmán.
Entre los nueve colombianos que actualmente están presos en nuestro país, figura Tito Miller Parra Izasa, considerado uno de los principales contactos con las FARC; así como Horley Renfigo Pareja y Joaquín Alejandro Senderos Higuera, señalados como los más importantes “lavadores” de dinero del Cártel del Valle del Norte de Colombia. Estos detenidos, de acuerdo con la PGR, realizaron operaciones de “lavado” de activos a través de la Casa de Cambio Puebla, como parte de los servicios que prestaban para el cártel colombiano y las FARC.