Un niño mexicano utilizó pegamento para unir su mano a la cabecera metálica de su cama y no acudir a la escuela, lo que generó la intervención del personal de Protección Civil para su liberación, explicaron fuentes médicas.
El joven de 10 años, natural del municipio de Guadalupe, en el estado de Nuevo León, quiso evitar a toda costa la vuelta a la escuela tras las vacaciones navideñas, lo que a la postre consiguió.
Los hechos ocurrieron en la casa de la familia del joven, ubicada en la calle Hilda Anderson, en el municipio de Guadalupe, colindante con Monterrey.
Paramédicos de la Cruz Verde y efectivos de Protección Civil de policías municipales de Guadalupe acudieron para despegar la mano derecha del menor que adhirió a la cabecera metálica de su cama.
Según Manuel Santiago, portavoz de la Cruz Verde, el pequeño Diego tomó en la noche un bote de pegamento que tenía su familia y se pegó a la cama.
La madre del menor, Sandra Palacios González, al darse cuenta del hecho, trató de despegar al pequeño sin éxito y luego pidió ayuda a los vecinos, quienes tampoco lo consiguieron.
Ello motivó que pidieran auxilio y dejar el trabajo en manos de personal de Protección Civil el que, utilizando un disolvente especial, logró despegar al menor tras más de dos horas unido a su cama.
El joven no fue al colegio, como hicieron alrededor de 25 millones de niños y jóvenes en el país, pero deberá hacerlo.
