Hasta el momento la Subprocuraduría de Justicia del Estado en la Región Lagunera de Durango carece de un espacio para almacenar el archivo muerto.
Sólo ha declarado una de las tres personas que estaban contempladas.
Ha transcurrido más de un mes y las investigaciones relacionadas el descubrimiento de cientos de documentos en una casa particular de Nuevo Gómez, no cuentan con mayores avances más que la declaración de una, de tres personas contempladas. Mientras que el archivo continúa sin ser ordenado.
“Ya declaró una y faltan dos personas más, pero ahora que vengan les mandaremos el citatorio”, advirtió Salvador Flores Triana, agente investigador del Ministerio Público que lleva la integración de la citada Averiguación Previa.
Detalló que dos de las personas que están contempladas para citarlos a declarar laboran en la propia Subprocuraduría y hasta el momento sólo una de ellas se ha presentado y el cual señaló que “él recibía órdenes en cuanto a lo del archivo y que ese archivo existía desde hace tiempo, pero que no se tenía un área para el archivo”, dijo Flores Triana.
Precisó que hasta el momento no se desprende ningún delito de por qué se encontraba el archivo muerto en una casa particular.
Como se informó con oportunidad, el pasado 24 de marzo del año en curso, se localizaron de forma accidental cientos de Averiguaciones Previas de diversas Agencias Investigadoras del Ministerio Público, en el domicilio del hermano de la ex agente del Ministerio Público, Cecilia Sosa Moreno.
Situación por la cual se inició la Averiguación Previa 1512/08, el día 8 de abril del año en curso, prácticamente dos semanas después de su hallazgo y en su oportunidad, Cecilia Sosa Moreno manifestó que dichos documentos corresponden al archivo muerto de la Subprocuraduría de Justicia del Estado en la Región Lagunera de Durango.
AÚN SIN ESPACIO
Por lo pronto la Subprocuraduría en La Laguna de Durango continúa sin un espacio específico dónde almacenar su archivo muerto, admitió Oliverio Reza Cuéllar, secretario de Gobierno del Estado de Durango.
“Todo lo que es archivo muerto debe custodiarse un tiempo después de que la información ya no sea útil, ya no tenga vigencia, pero nosotros tenemos la obligación de conservarlo, sobre todo en materia de seguridad es donde más cuidado debemos tener con el archivo muerto”, comentó Reza Cuéllar.
Actualmente los documentos localizados en el ejido Nuevo Gómez, fueron concentrados en un inmueble ubicado a un costado de la Subprocuraduría, el cual era utilizado como restaurante y que permanecía sin uso desde hace un año.
