Edgar Iván 'El Bomba' González Villalobos y Cristian Eduardo Arciniega Luna son dos internos que se dieron con todo desde que sonó la campana, sus compañeros reconocieron su esfuerzo, la pelea terminó pronto porque 'El Bomba' noqueó a su rival antes de que concluyerà el primer round. (Fotografías Ángel Padilla Cobarrubias)
Como ya es una tradición, se realizó una función de box en el Cereso de Gómez Palacio
El patio de sentenciados 3 y 4 del Cereso fue el escenario perfecto. No había miles de espectadores, tampoco los grandes reflectores, ni es un lujoso casino de Las Vegas, pero por unos minutos los internos del Cereso disfrutaron de una función de box que tuvo como principales protagonistas a sus compañeros, aquellos que están purgando una condena y que aprovechan el ring para sacar todo su valor y coraje.
Desde hace ocho años el Centro de Readaptación Social (Cereso) número II tiene un entrenador de box, Rodolfo “El Chivo” Díaz, acuden tres veces por semana a compartir sus conocimientos con los reos, además es encargado del Gimnasio Municipal de Lerdo que como homenaje lleva el nombre de este amante del boxeo.
“El Chivo” organizó esta función para revisar los avances de sus pupilos. Son las 10:20 horas y varios internos dirigidos por José Antonio García Hernández “El Taka” trabajan a toda velocidad para instalar el ring en la cancha de básquetbol del área de sentenciados 3 y 4.
Bladimir “El Zurdo” Hernández Campos, Jesús Zapata Rosales “El Tyson” y Roberto Santacruz Castro “El Betillo” son los tres jóvenes que acompañan a “El Chivo” Díaz, ellos entrenan en el Gimnasio de Lerdo y en esta ocasión se medirán contra rivales que entrenan en el penal.
Los boxeadores empiezan a moverse, hacen sombra mientras llega su turno para que les coloquen las vendas, luego empiezan a escoger rival, sus compañeros los animan y poco a poco el patio empieza a llenarse, “el público” está listo y todos apoyan a su favorito. Hay internos en los árboles, otros desde su celda se preparan para ver la función.
Lucio Alberto González Sánchez, jefe del Departamento de Trabajo Social del Cereso, comenta que estos eventos motivan a los internos, porque salen de la rutina y pueden demostrarle a su familia y a la sociedad que están haciendo deporte como parte de su readaptación.
“El Taka” es el más entusiasta, se afana por preparar a los boxeadores, les pone las vendas y les amarra los guantes. A las 11:10 horas en punto se anuncia el inicio de las peleas, Pablo “El Mono” Velásquez” lo grita a los 4 vientos y se ofrece como réferi.
Jesús Zapata Rosales “El Tyson” es el primer visitante en ver acción, su rival es Gabriel Delgadillo Ávila “El Soruyo”, este último tiene el apoyo de todos los asistentes, suena la campana y “El Soruyo” sale con todo a tratar de ganar la pelea, pero descuida su guardia y al final del primer round tiene el ojo derecho cerrado por un gancho que le propinó su contrincante.
En el segundo round hay buenos intercambios de golpes y aunque “El Soruyo” es vitoreado por el público siempre sale con la peor parte, para el tercer round el cansancio es evidente en ambos boxeadores, suena la campana que anuncia el final de la pelea y se escucha la rechifla de los asistentes cuando se anuncia que “El Tyson” ganó por decisión unánime.
Toca el turno a Roberto Santacruz Castro “El Betillo” y al interno, Manuel “El Peluso” Rivera. Apenas sonó la campana “El Peluso” se lanzó con todo y apabulló a su oponente, con un gancho al hígado lo mandó a la lona y encendió al público que no paraba de corear su apodo, “El Betillo” se incorporó sólo para recibir otra tunda de golpes y el réferi paró la pelea, todos los internos ovacionaron al triunfador que le propinó un nocaut al visitante en el primer round.
La tercer pelea es entre Bladimir “El Zurdo” Hernández Campos y el interno Juan “El Pío” Torres Ortega, que salió muy bravo tirando golpes a diestra y siniestra apenas escuchó la campana, pero los asistentes le gritaban que cuidara su guardia porque “El Zurdo” era de cuidado y el pronostico se cumplió. “El Zurdo” le propinó varios ganchos al hígado y terminó con la pelea en el mismo primer round.
El ambiente contagió a todos y aunque originalmente solo estaban programadas cinco peleas ahora sobraban boxeadores, todos querían subir al ring para ganar la gloria que da el triunfo, apenas bajaban del ring los peleadores y sobraba quien les quitara los guantes, pero para ponérselos y buscar rival.
A partir de la cuarta pelea se enfrentaron los internos, Edgar Iván “El Bomba” González Villalobos y Cristian Eduardo Arciniega Luna, recibieron una ovación, porque desde el principio se dieron con todo, olvidaron la defensa y se dedicaron a tirar jabs y ganchos, la pelea terminó con un nocaut en el mismo primer round, cuando Cristian se dio por vencido.
Las peleas se pactaban una tras otra, ahora Francisco “El Relámpago” Macías se enfrentaría a Benjamín Juárez “El Juaritos”, en este enfrentamiento el público estaba dividido, los internos apoyaban a su favorito a gritos, varios se molestaron cuando “El Juaritos” le provocó un corte en la nariz a “El Relámpago”, gritaban que había sido un codazo. En el segundo round “El Juaritos” salió decidido a acabar con la pelea, bajaba la guardia y retaba a su rival para que lo atacara, pero en un contraataque logró el nocaut.
Pelea tras pelea se veía el coraje y el valor de todos los boxeadores, Jesús Antonio “El Jessy” Villa Nevares y Ramiro “El Negro” Chavarría salieron decididos a terminar la pelea pronto, los dos querían acabar a su oponente, en sus ojos se veía el coraje y parecía que no sentían los golpes, finalmente “El Negro” perdió la pelea por nocaut en el mismo primer round.
La mejor exhibición de box la dieron Juan Ramón Peña Silva, alias “El Lagarto” y Roberto Remigio López “El Tyson”, los peleadores más pesados de la función. “El Lagarto” tenía más alcance pero poco a poco se fue doblegando con los ganchos al hígado. “El Tyson” fue paciente y supo moverse en el ring durante toda la pelea, hubo varios intercambios de golpes pero siempre salía con la mejor parte.
Cuando estaba por iniciar el tercer round se escuchó un grito, “Ya es tuyo Tyson, acábalo con un gancho” y éste fue un buen pronostico, Roberto Remigio noqueó a “El Lagarto” antes de que concluyera el tercer round. Sin importar quien ganara las peleas los boxeadores siempre recibían muestras de apoyo de sus compañeros.
Alfonso “El Condor” Huerta” se enfrentó en la octava pelea a Alberto “El Coya” Vizcarra”, aunque “El Huerta” perdió por nocaut al final del tercer round se llevó todo el apoyo de los asistentes, que reprocharon los golpes bajos y los codazos que tiró “El Coya”, además durante los 3 rounds “El Condor” bajaba la guardia y durante algunos segundos dejaba que su rival lo golpeara, él ni siquiera lo volteaba a ver, estaba concentrado y de pronto empezaba tirar golpes haciendo retroceder a “El Coya”.
Eran casi las 12 del día cuando se anunció la última pelea, el experimentado José Antonio García Hernández “El Taka” se enfrentaba a José Luis “El Güero” González Quiñónez, la mayor parte de los internos apoyaba a “El Taka”, quien era superado ampliamente en estatura por su rival que también era mucho más joven.
Suena la campana y “El Taka” se inclina en su esquina, se santigua y sale a pelear, “El Güero” inició con muchos bríos, aprovechaba que tenía más alcance y golpeaba su rival, pero “El Taka” no daba un paso atrás y también lograba colocar sus golpes, cuando terminó el primer round “El Güero” estaba colorado por los golpes recibidos, jalaba aire por la boca y era un mal presagio porque su rival estaba entero. En el segundo round “El Taka” salió con todos y con buenos golpes hizo que “El Güero” se diera por vencido, dio la espalda y se retiró a su esquina agotado.
Pablo “El Mono” Velásquez se montó en el ring y anunció el final de la función, mientras los internos aplaudían el esfuerzo de los boxeadores, poco a poco la cancha se fue quedando vacía y todos los reos se retiraban para buscar otra actividad en que entretenerse, por unos minutos salieron de su rutina y presenciaron una función digna de presentarse en cualquier escenario.
Apenas bajó del ring “El Taka” agradeció a su manager “El Chivo” Díaz la oportunidad de participar en esta actividad, “estoy contento por haber boxeado y le doy gracias al “Chivo”, que nos ha ayudado mucho desde que llegó y por eso digan no a las drogas y sí al box”.
