El delantero argentino Sergio Agüero está consciente e que el domingo enfrentará a uno de los porteros más efectivos del mundo, Iker Casillas, pero también sabe que no es imbatible y tratará de mostrarlo en el derbi madrileño.
Uno de los duelos más esperados de la temporada en la "Liga de las estrellas" se jugará el domingo en el estadio Vicente Calderón, el clásico de futbol de la capital española entre Atlético de Madrid y Real Madrid, y el "Kun" está llamado a ser uno de los protagonistas.
"Es un buen portero y marcarle será difícil, pero no imposible.
Ojalá que este domingo se le pueda batir, sabemos que es muy difícil pero ojalá puedan cambiar las cosas", dijo el artillero argentino en conferencia de prensa realizada al término del entrenamiento.
Pero el líder de la Liga española no sólo es Iker, cuenta con un plantel lleno de figuras y grandes jugadores que complicarán a los "colchoneros" en su casa, aunque el atacante sudamericano quiere dar otra satisfacción a los suyos.
"Kun" Agüero fue el autor la víspera de la anotación que dio el boleto a los cuartos de final de la Copa del Rey al "Atleti", por lo que quiere extender su racha personal, aunque más le interesa que su equipo se imponga a su eterno rival.
"Hace muchos años que no logramos la victoria y espero primero jugar bien, y si podemos ganar, mejor. El Madrid tiene buenos jugadores, es un equipo muy fuerte y tiene también un buen arquero.
Sabemos que este partido va a ser muy competido".
Además, los pupilos del mexicano Javier Aguirre llegarán motivados tras eliminar al Valladolid y su triunfo del domingo pasado al Valencia, aunque esto ya quedó en el pasado y toda su atención está en los "merengues".
"El hecho de haber logrado el triunfo en Copa del Rey es bueno porque nos sentimos más confiados. El equipo está físicamente bien. Corremos mucho y nos sentimos bien. Yo me siento bien y estoy contento", aseveró.
En tanto, su rival llegará un tanto afectado por su eliminación en la Copa del Rey, aunque la situación pudiera cambiar su ánimo y motivarlos, ya que "la derrota lo condiciona a uno cuando se juega el siguiente partido. Ellos van a salir más despiertos y concentrados".