No le importa ser bella
La actriz Aylín Mujica ha batallado mucho para librarse del mote de carilinda. Amén de su publicitado divorcio de Alejandro Gavira ahora incluso presume de haber trabajado en conjunto con gente como Adriana Barraza, nominada al Oscar, y de que su físico es en lo “que menos” piensa a la hora de interpretar un papel.
En entrevista habla sobre su experiencia en las filas de Telemundo, del porqué las telenovelas latinoamericanas cada vez ganan más espacios en la preferencia del público y revela que a TV Azteca llegarán escritores y productores colombianos.
—¿Cómo te preparas como actriz?
—Trato de ver mucho cine, leo mucho; estudio mucho; mis libros de Stanislavsky, de todo lo que tiene que ver con técnicas de actuación los tengo de cabecera. Y donde quiera que los llevo, los reviso una y otra vez. Todas esas técnicas que estudié durante 10 años de mi vida, los vuelvo a refrescar.
—¿Te ayuda para prepara un personaje?
—La actuación se da a través de la investigación. Cuando me enfrento a un personaje, trato de trabajar con el director desde mucho antes. Hago mucho trabajo de mesa previo. La última persona que me ayudó a preparar un personaje se llama Adriana Barraza y fueron lecturas intensas.
—¿Tu belleza te ayuda, te dificulta..?
—No sé, como que no lo tomo en cuenta, no es mi prioridad. No tomo en cuenta qué rica estoy, qué buena estoy, qué divina estoy. No al contrario, muchas veces tienes que sacrificar el verte bien para hacer personajes creíbles.
—Sin embargo eso influye en el ojo del director, del público…
—Pues que uno… mmm… Ni siquiera lo tomo en cuenta.. ¡sabes!.
—Después de Sin senos no hay paraíso ¿qué sigue?
—Sigo en Telemundo, que es una empresa que en este momento se preocupa por hacer guiones interesantes más reales.
—¿En qué radica el éxito de las telenovelas en Colombia, Venezuela o Brasil?
—Porque allá hay buenos escritores; tengo entendido que a Azteca van a llegar escritores y productores colombianos.
“Hay buenos guiones y libros: El cartel de los sapos o Sin tetas no hay paraíso, de Gustavo Bolívar Moreno, que son mucho más abiertos; en el lenguaje, en todo. Tocar temas como el narcotráfico atrapa a la gente. Ojalá siga habiendo esa apertura
—El público en México aún es renuente a ver ese tipo de historias en TV…
—Lo que sucede es que la típica historia rosa, donde hay una muchacha que se casa con el hombre de sus sueños ya quedó rebasada. La televisión es un reflejo de la sociedad, y como tal debe evolucionar a la par de la evolución social; si eso no sucede el público lo percibe y seguro le cambiará al programa de lo prohibido y a lo más picante.
