El regreso a clases provoca en algunos niños estrés y ansiedad.
Las vacaciones están por terminar. Para muchos niños, el regreso a clases, les genera estrés y ansiedad, el sólo pensar en reencontrarse con sus compañeros, con aquellos problemas que creían superados, o simplemente, por el hecho de toparse con un nuevo maestro.
Los días están contados y los nervios ya están presentes. “Pero no para todos”, asegura la psicóloga Bárbara Hernández Muñoz, “son los niños que van por primera vez a la escuela, tanto a preescolar como a primaria, quienes regularmente presentan altos niveles de estrés y de angustian, ante la expectativa de lo nuevo”.
Esto, se puede manifestar de la siguiente manera: alteraciones del sueño, se vuelven retraídos, rebeldes, se sienten tristes, deprimidos, algunos más se refugian comiendo, se orinan en la cama “y en casos extremos, presentan dolores de cabeza, diarrea o vómito”. Tales síntomas, según comenta la psicóloga, se pueden presentar días antes de regresar a la escuela, o bien un día antes, en el caso de los cuatro últimos.
Pero no sólo los pequeños que se enfrentan a lo nuevo, son quienes pueden manifestar tales síntomas, sino también aquellos niños que se integran a la escuela, por el temor de enfrentarse a los problemas que ya creían superados.
“O bien, por el solo hecho de pesar en situaciones académicas, como: sus problemas con ciertas materias, en donde generalmente son las matemáticas las que les generan estrés a los niños”, señala Hernández Muñoz.
Así mismo, explicó que a muchos de los pequeños estudiantes, pensar en regresar a clases y enfrentarse a nuevas aventuras, no les genera ninguna preocupación, pero el hecho de pensar en separarse de sus padres, puede ser devastador.
Razones por las que la psicóloga, recomienda a los padres de familia, “hablar con sus hijos sobre sus inquietudes, sobre sus sentimientos, tratar de manejarle un entorno seguro, que se sienta confiado, que hable de sus problemas”, señala Hernández.
Pero también son los padres quienes les transmiten su estrés a los pequeños, “si los niños los ven nerviosos o tensos, ellos lo sentirán, por lo que también deben de relajarse para manejarle un entorno más seguro y así generarles la confianza que requieren para que su regreso a clase sea más ligero”.
Para saber más
Pensar en regresar a la escuela para muchos niños, les provoca estrés, el cual tiene diversas manifestaciones:
- Trastornos en el sueño.
- Los niños se vuelven retraído y agresivo.
- Depresión.
- Dolores de cabeza.
- Malestar estomacal.
FUENTE: Entrevista Bárbara Hernández, psicóloga