La Orquesta Filarmónica Orso de Friburgo fue ovacionada por los asistentes al Teatro Nazas en su concierto de anoche. (Sergio Reyes y Erick Sotomayor)
La Orquesta Filarmónica Orso de Friburgo sedujo con sus notas a todos los laguneros que acudieron al Nazas.
La noche de ayer se registró un magno concierto en el Teatro Nazas con un público que no se cansaba de aplaudir y ovacionar a la Orquesta Filarmónica Orso de Friburgo, el teatro entero parecía temblar de emoción cuando el coro evocaba las notas compuestas por Orff, en un magnifico despliegue escénico que mantuvo durante la segunda parte del concierto hipnotizado a los asistentes al Nazas.
El día se llegó y las puertas del recinto cultural se abrieron para un público, que desde su llegada al lugar, se mostraba ansioso por presenciar al ejercito de músicos alemanes en acción, desde su aparición en escena la Filarmónica Orso de Friburgo deslumbró, más de un centenar de músicos invadieron las tablas del Nazas en un verdadero despliegue visual que aumentó las expectativas del público que enmudeció con los primeros acordes de las bodas de Fígaro, de Mozart para que realizarán su presentación los tres solistas, primero Russi Nikov, luego Claudia Camie y finalmente Joaquín Asiain.
La Filarmónica Orso seducía constantemente a los maravillados asistentes, el ejercito se enfiló luego al crescendo más sonado en el mundo para interpretar el “Bolero”, uno de los platos fuertes del concierto; sin embargo, en algunos momentos daba la impresión que la alineación de 70 músicos transfiguraba el escenario en la interpretación de la exótica pieza compuesta por Maurice Ravel, el ejercito alemán funcionaba a la perfección de un reloj de cuerda, en el que sobresalía el papel de sus cuerpos de percusiones y cuerdas.
La interpretación de la reconocida ópera bufa de Rossini, incluyó también las arias más populares en voz de los tres solistas de la noche, sin embargo Wolfgang Roese el joven director concertador de este ensamble, “realizó un dialogo constante” que hacía erizar a los espectadores con el aluvión sonoro de la orquesta.
Para la segunda parte del recital, en la que le dieron vida a Carmina Burana, Russi Nikov y Joaquín Asiain conquistaron con su extrema solvencia vocal, en una dupla genial, el primero porque es al que le tocan más partituras solistas, entre ellas Omnia Sol Temperat y En la taberna, que lo hizo lucir con su elegante voz que lo ha caracterizado, mientras que el búlgaro Russi Nikov ofreció una espléndida interpretación del aria Largo al factotum, haciendo gala de su fina voz y contenida emotividad, la soprano Claudia Camie no se quedo atrás en su interpretación de Una voce poco fa, confirmando por que es considerada una de las mejores para la ópera, y Joaquín Asiain, rematando con lo mejor de su poderío, hizo temblar el teatro cantando Ecco ridente in cielo.
Son testigos de Friburgo
Varios asistentes al Nazas comentron que entre los conciertos de esta naturaleza a los que habían asistido en La Laguna, éste fue uno muy completo.
Rogelio Martínez, “lo que más me da gusto es ver que espectáculos como este, que antes se presentaban solamente en la Ciudad de México y ahora están al alcancé de los laguneros, esto confirma que estamos siendo una ciudad cosmopolita”
Maria Concepción Rodríguez, “cuando uno ve este tipo de conciertos en la televisión se queda asombrado, este despliegue de músicos se ve nada más en escenarios de Europa o Estados Unidos, tenerlo aquí es un gran logro por parte del teatro, que merece que nos quitemos el sombrero”.
Lucia Solís, “lo que más me impresionó es que la mayoría de los músicos eran jóvenes, y eso es bueno porque nos invita al teatro y ver artistas de nuestra edad nos identifica”.
