Dalilah Polanco y Carlos Rivera se preparan para sus Orgasmos. (El Universal)
Dalilah Polanco y el ex académico Carlos Rivera se preparan para una nueva etapa de la obra Orgasmos.
MÉXICO, DF.- Dalilah Polanco y Carlos Rivera (ex académico) ensayan la obra Orgasmos, que a partir de la próxima semana se mudará del Teatro Diego Rivera al Virginia Fábregas. Ese mismo día será el debut de Rivera quien por ahora todavía tiene algunos problemas para fingir los orgasmos que requiere esta obra cómica.
En algún momento del ensayo, Dalilah Polanco, un poco desesperada y otro tanto fogosa, le grita: “Mírame como si me desearas, carajo”. El exabrupto de la actriz despierta a Carlos Rivera quien en efecto, adopta el comportamiento macho, sexy y patán que requiere su personaje en ciertas escenas.
Después del ensayo, Rivera reconoce lo difícil que ha sido transformarse en un hombre que no es él. Peor aún, los obstáculos que ha enfrentado para dejar de ser un “egresado de la Academia” y ganarse un prestigio como un cantante capaz de actuar en una obra musical o un montaje de cámara.
Hay pues, un Carlos antes del teatro y otro después del teatro: “Debo ser sincero: el Carlos de la Academia era tratado de una manera diferente. Las participaciones en el musical Bésame Mucho y ahora en Orgasmos me han permitido que la gente me tome más en serio y que la prensa ya no piense en mí como “Carlos el de la Academia”, sino como un profesional capaz de actuar y cantar”.
Este es el reto que enfrenta ahora en Orgasmos. Hace dos años fue el protagonista invitado en Bésame Mucho, alternando el papel con Plutarco Haza. La experiencia le permitió un primer contacto con el teatro y le enseñó que es un mundo completamente diferente al de la frivolidad que campea en los programas de realidad simulada.
Ahora, a partir del viernes, Rivera destruirá todos los convencionalismos y prejuicios que han marcado su carrera: “Existe la impresión de que Carlos Rivera es bueno, romántico e incapaz de decir groserías. Esa imagen se forjó durante La Academia y me ha perseguido todo este tiempo. Pero en Orgasmos soy personaje macho, sexy que dice una que otra mala palabra”.
Consciente de los riesgos, advierte a sus fans: “Van a descubrir un Carlos que hasta ahora no conocían. En realidad, son conductas que yo no me había dejado explorar pero el escenario me ha permitido descubrir que dentro de mí también hay otras personalidades”.
Diversión a costa del sexo
Orgasmos es una obra es una colección de clichés sobre la guerra de los sexos. Puestos de manera divertida provocan en el público la sensación de que las mujeres son de Marte y los hombres de Júpiter por lo que resulta hilarante cuando estos seres de distintos planetas se encuentran en la cama.
Jaime Matarredona es el director de la puesta y en gran medida el responsable de que Carlos Rivera deje de ser el niño bueno romántico para transformarse en el patán capaz de decir cumplidos solo para conseguir un poco de sexo.
Por ahora, en el ensayo del jueves pasado, Matarredona también tuvo un momento de desesperación igual que Dalilah Polanco. El director le pidió a Rivera: “Carlos por favor, ¡más macho!”.
A partir del viernes, el público comprobará si en efecto pudo ser más macho y mirar a Dalilah como si la deseara, “carajo”.