El Consistorio de París nombró hoy al Dalai Lama, líder espiritual del Tíbet, "ciudadano de honor" de la capital francesa, a petición de su alcalde, el socialista Bertrand Delanoe.
El Ayuntamiento también declaró "ciudadano de honor" al disidente chino Hu Jia, en este caso a propuesta del grupo municipal de los Verdes.
La decisión se produce justo cuando el presidente francés, Nicolas Sarkozy, trata de calmar la situación con China, donde se han multiplicado las manifestaciones anti francesas a causa de la actitud gala en el asunto del Tíbet y el accidentado paso de la antorcha olímpica de Pekín por París.
Con este tributo a un "hombre de diálogo y de paz", "ayudamos a todos los que de buen fe tratan de influir positivamente el curso de las cosas", explicó el alcalde de París, quien próximamente se reunirá con el embajador de China en Francia para "dialogar" con él.
Antes de la votación en el Consistorio parisino, Delanoe recalcó ante la prensa que el Dalai Lama, Premio Nobel de la Paz 1989, "recusa el boicot de los Juegos Olímpicos de Pekín, preconiza la no violencia y tratar de arreglar las cosas".
"Ayudar al diálogo es uno de los deberes, modesto pero resuelto", de la Alcaldía de París, argumentó el primer edil.
Los concejales conservadores, comunistas, centristas e independientes no participaron en la votación para designar al Dalai Lama ciudadano de honor de París, que contó sólo con el respaldo de verdes y socialistas.
Sin embargo, hubo una destacada ausencia en la bancada socialista, un teniente de alcalde, que se había declarado hostil a la propuesta.
El Consistorio de París también nombró "ciudadano de honor" al disidente chino Hu Jia, que a comienzos de mes fue condenado a una pena de tres años y medio de prisión por supuesta "incitación a la subversión".
Mientras, el presidente Sarkozy está enviando mensajes a China para tratar de calmar las tensiones, aprovechando viajes de políticos galos al gigante asiático esta semana.
Así, hizo llegar, a través del presidente del Senado francés, una carta a una atleta discapacitada china, Jin Jing, a la que invita personalmente y en nombre del pueblo francés a visitar Francia en las próximas semanas.
Jin jing se ha convertido para los chinos en un símbolo de los malos modos de los franceses durante el paso de la antorcha de los JO de Pekín por París el pasado día 7, marcado por las protestas contra la represión china en el Tíbet y las violaciones de los derechos humanos.
En esa carta, Sarkozy condena y lamenta los "ataques" a la joven a la que manifestantes intentaron arrebatarle la antorcha olímpica aquel día en París.
Las manifestaciones anti francesas se han intensificado este fin de semana en China, con quema de banderas galas y llamamientos al boicot de productos franceses en protesta contra la actitud de París en el asunto del Tíbet y las protestas que tuvieron lugar cuando la llama olímpica pasó por París.
El propio Sarkozy, aunque ha reiterado la importancia que concede a la cooperación estratégica con China, no ha excluido boicotear la ceremonia de apertura de los JO de Pekín el próximo agosto si China no reanuda el diálogo con el Dalai Lama.