Juan Manuel Rodríguez tomará posesión como director Municipal de Seguridad Pública el lunes próximo.
Por Brisia Arlette Ramírez.
El Siglo de Durango
Vicente Guerrero, Dgo.- Juan Manuel Rodríguez se hará cargo de la Dirección de Seguridad Pública, y le darán posesión este lunes 14, ya que Máximo Ávila Murillo, presentó su renuncia, antes de ser despedido, en medio de una fuerte presión política de diversos partidos.
El presidente municipal, Fernando Enrique García Solís, señaló lo anterior y dijo que los mismos representantes de partidos políticos, le han confesado que aprovecharon la coyuntura del suicidio del joven Francisco Martínez Arellano de 15 años y el dolor de la gente, para sacar a Máximo Ávila.
La Renuncia.
Agregó que Juan Manuel Rodríguez se desempeña como Subdirector de Seguridad Pública y en el caso de Máximo Ávila, se le llamó ante el plantón que realizaron más de 80 personas ante la Presidencia Municipal, pero éste último decidió renunciar, antes de ser despedido.
Trabajo.
Cabe señalar que Máximo Ávila arribó desde octubre al cargo, donde trabajó cinco meses, luego del enfrentamiento entre sicarios, donde fue herido en un dedo y convaleció 45 días.
Retornó a sus labores por otros 45 días y se presentó el suicidio del joven Martínez Arellano, donde resultó responsable indirecto, por no tomar las medidas de seguridad adecuadas para las personas que encierran en los separos.
Sin opción.
El alcalde, agregó que Máximo Ávila le dijo que primero estaba el pueblo y que si al pueblo no le parecía su trabajo, se tenía que retirar.
Pese a ello García Solís dijo que el cuerpo policial ya tiene otro perfil, ya hay mucha más vigilancia, mucho más orden y la sectorización estaba dando buenos resultados.
Ahora queda dirigir bien el cuerpo policial y resguardar el orden público en el municipio y esta tarea se le encomendará a Juan Manuel Rodríguez, ya que se confía en él.
Caso del suicidio.
Ante el suicidio del joven, Martínez Arellano, el Presidente indicó que se realizó una seria investigación para dar con los servidores públicos que tuvieron responsabilidad en la labor que realizan.
Asimismo agregó que quedan fuera definitivamente, el Juez Administrativo, Salvador Colón Esparza y el Policía de Barandilla, José Francisco Galarza Sarmiento.
Tintes políticos.
El Edil indicó que algunos líderes de partidos: PAN, PRI, PRD y PT, le han reiterado que hubo presión política, aprovechando la situación del suicidio.
Es preciso señalar que no había denuncia penal en contra de la administración, ni en contra de alguno de los involucrados, sino que sólo se llevó a la gente a manifestarse y los parientes no hacían nada.
Indicó que Máximo Ávila, había desempeñado una buena labor al frente del cuerpo policial, pero las personas del municipio de Vicente Guerrero, sentían desconfianza porque es de fuera.
Datos
El lunes iniciará actividades el nuevo director Municipal de Seguridad Pública, Juan Manuel Rodríguez, según expresó en entrevista el presidente municipal, Fernando Enrique García Solís.
El anterior jefe de seguridad pública, Máximo Ávila, de Vicente Guerrero tuvo responsabilidad en el suicidio de un menor en la cárcel de dicho municipio por no tomar medidas en el asunto.
Hubo manifestación en contra de los actos pero los familiares no presentaron ningún tipo de denuncia ante las autoridades contra cualquiera de los involucrados.
García Solís presumió que el movimiento puede tener tintes políticos ya que líderes de otros partidos aprovecharon el suicidio para hacer presión.
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Faltan más cambios en la Dirección de Seguridad
A pesar de la destitución de Máximo Ávila Murillo, al frente de la Dirección de Seguridad Pública, es innegable que entre los elementos policiales hacen falta cursos de derechos humanos, de conocimiento de leyes y de las atribuciones de las instancias relacionadas a la impartición de justicia.
El caso más evidente, registrado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos es que al día siguiente del suicidio del menor Francisco Martínez Arellano, los policías encerraron a un borracho, con todo y agujetas y cinturón.
Se refleja el desconocimiento de las más elementales reglas del derecho, pues los policías no saben donde acaban sus derechos y donde empiezan los del ciudadano, pues la mayoría de las veces los violentan.
La gente llega a pedir ayuda y los policías no saben donde canalizarlas, como el reciente caso de la señora Angélica Soto de la Cruz, quien pasó más de una hora en la comandancia sin recibir ayuda.
