A medida que se acercan las convenciones de los principales partidos políticos norteamericanos, el ambiente se va poniendo más calientito. Y si le damos tanta importancia al asunto, es porque la tiene: quien termine como anfitrión en la Casa Blanca resulta cada vez más crucial para la buena (o mala) marcha de este planeta. Así que, aunque no tengamos vela en ese entierro, conviene ver cómo se desarrolla el funeral. O, en este caso, sus preparativos.
Por lo mismo, y perdonando tan mortuorias metáforas, hemos de seguir más o menos con frecuencia lo que ocurre en ese proceso. Veamos lo ocurrido la semana pasada.
Por un lado, Barack Obama consiguió lo que parecía imposible: la dirigencia del exilio cubano en Miami no sólo lo recibió cálidamente, sino que le aplaudió. Lo cual podría marcar un cambio sísmico en la situación electoral de Florida. La comunidad cubanoamericana en ese estado suele ser decisiva, y tradicionalmente se ha inclinado por los republicanos. En parte, por herencia: muchos viejos exiliados siguen sin perdonar a Kennedy que los haya dejado en la estacada durante la Invasión de Bahía de Cochinos ¡en 1961!
Pero este es 2008 (aunque alguna gente en San Lázaro sigue sin enterarse) y las nuevas generaciones cubanoamericanas son más pragmáticas y hasta cierto punto están hartas de las obsesiones y agravios de los veteranos. Y al parecer el discurso de Obama, menos radical, les atrae más que la intransigencia de McCain... quien, después de todo, es de la generación de los viejitos.
Pero este último recibió buenas noticias: una encuesta realizada por la Universidad George Washington lo pone por encima de Barack Obama en cuanto a preferencias electorales. El problema es que su margen de ventaja es menor que el margen de error del ejercicio estadístico. Así que, como dijera Capulina, ese cómico elemental que tanto se parece a Manlio Fabio en más de un sentido: quién sabe, puede ser, a lo mejor… La verdad, andar levantando encuestas a estas alturas es como preguntarle a una muchacha cuántos hijos le gustaría tener… al día siguiente que aceptó ser su novia.
Mientras tanto, los ultraconservadores republicanos le siguieron haciendo la vida de cuadritos al candidato republicano… al que nunca han visto con buenos ojos, considerando que McCain es demasiado liberal para sus gustos. Así que han advertido que no le prestarán su apoyo si elige como compañero para la vicepresidencia a un par de tipos de cuidado que han estado sonando últimamente: el senador independiente Joseph Lieberman; y el exgobernador Tom Ridge. ¿Por qué? Porque ninguno de los dos se opone al aborto… y ésa es la prueba crucial para la extrema derecha republicana.
Total, que las cosas se empiezan a poner interesantes. Seguiremos observando y comentando.