ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C. (PSILAC).
CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
(TRIGÉSIMA CUARTA PARTE)
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (TDAH)
El examen mental de cada paciente se lleva a cabo a través de las varias sesiones que se tienen con él o con ella, a la par que se va recolectando la información requerida para esos tres capítulos que se han mencionado en columnas anteriores: el del padecimiento actual, de la historia personal y de la historia familiar. En el caso de los niños y de los adolescentes, dicha información se completa naturalmente mediante la presencia de los padres o de sus familiares importantes. Por lo general, se trata de un proceso largo, que se puede llevar un buen número de sesiones, dependiendo de la cantidad de información que sea necesario recolectar, así como de la motivación, del orden, la constancia y la capacidad de expresión de cada individuo o de cada familia durante este proceso. Sin embargo, una vez que se ha completado dicha información que el terapeuta necesita, éste se encontrará en una mejor posición para llegar no sólo a uno o a varios diagnósticos según se trate de cada caso, sino que también tendrá una imagen más clara de su paciente como ser humano, al conocerlo y comprenderlo mejor. Para ello sin embargo, se sigue un proceso bastante laborioso que consiste en ordenar en forma cronológica toda esa información, de modo que tenga un sentido más práctico para poder comprender cómo se ha desarrollado la vida de cada paciente, y la posible evolución que ha seguido el padecimiento desde la infancia, especialmente en el caso de las personas con TDAH, puesto que sus síntomas como ya sabemos, se han manifestado desde los primeros años de vida.
Tenemos que tomar en cuenta el hecho que durante el curso de las sesiones, el paciente o sus familiares por lo general tienden a desarrollar los diferente temas de su historia en una forma hasta cierto punto desordenada, según se vayan recordando de diferentes tipos de situaciones en diferentes etapas de su vida. Al final, dicha información semeja una especie de rompecabezas que cada terapeuta deberá entonces armar y ordenar de acuerdo a ciertos criterios específicos aprendidos en su entrenamiento, que le ayudarán a comprender mejor la posición actual del paciente. Como se mencionó anteriormente, se trata de un trabajo muy detallado y minucioso, que requiere de horas extras del tiempo del terapeuta fuera de la consulta para poderlo integrar, y que de ninguna manera se puede realizar durante las sesiones de evaluación con los pacientes o con sus familiares. Gracias a ese proceso, se tendrá pues, un retrato más o menos específico de cada persona a lo largo de su vida desde su infancia. En esa forma, podremos reconocer cronológicamente los principales eventos y experiencias en diferentes etapas de su vida, y la forma como le han influido o le han moldeado su personalidad hasta el momento actual. Igualmente, nos podremos dar cuenta de sus relaciones personales más importantes, ya sea con sus padres, hermanos u otros familiares, maestros, compañeros de la escuela o del trabajo y amistades en general, de sus parejas y su vida amorosa en lo que respecta a adolescentes y adultos , y de la forma en que también le hayan influido y forjado su personalidad, en cuanto a sus rasgos, su estructura psicológica interna, el tipo de defensas psicológicas que utiliza, así como de la calidad o no de las mismas para poder sobrevivir en su ambiente y manejar y superar los diferentes obstáculos que se presentan como parte de su vida diaria. Es así además, como podemos detectar también, el tipo de experiencias que han funcionado como factores traumáticos, sea como generadores o desencadenantes de diversos tipos de crisis o de síntomas que presenta nuestro paciente, y la fuerza y el estilo con que los ha manejado, ya sea en forma exitosa o deficiente. En el primer caso, generalmente las personas logran salir adelante no sólo sin consecuencias patológicas, sino además con una mayor fuerza al haber logrado poner a funcionar sus mejores capacidades. Sin embargo, en el segundo caso desgraciadamente, la dificultad o el fracaso en enfrentar tales contingencias traen como resultado el inicio o la presencia de síntomas, que al prolongarse lo llevan al consultorio del psiquiatra o del psicólogo para recibir ayuda (Continuará).
