ASOCIACION DE PSIQUIATRIA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C. (PSILAC)
CAPITULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACION PSIQUIATRICA MEXICANA
(CUADRAGÉSIMA PRIMERA PARTE)
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (TDAH)
Me parece útil aprovechar esta oportunidad para enfatizar la importancia que llega a tener en la vida de la mayoría de estos pacientes con TDAH, el uso de un medicamento del tipo del metilfenidato, muy especialmente en el caso de los niños y de los adolescentes, debido a los efectos verdaderamente sorprendentes que tiene en lo que se refiere a la mejoría en los cambios de conducta, de actitudes e inclusive en lo que se refiere a sus relaciones personales, además de los efectos benéficos que logra en cuanto a la atención y la concentración. Administrado en las condiciones específicas y después de un buen estudio clínico que lleve a los diagnósticos apropiados, este fármaco cambiará notablemente la vida del paciente, así como la de su familia, con excelentes resultados no sólo para el presente, sino también para su futuro, tanto en su desarrollo como en su desempeño como individuo. Quienes hemos trabajado con estos niños y adolescentes y sus familias a lo largo del tiempo, nos hemos percatado de las bondades del medicamento, a pesar de la resistencia inicial de muchos padres, maestros y adultos en general que han sido mal orientados y engañados en cuanto a los efectos y acciones de un tratamiento así. En mi experiencia con estos pacientes, jamás he encontrado alguno que se haya hecho adicto al fármaco, que haya presentado convulsiones, ni que se haya “vuelto loco”, ni que se haya suicidado, como tienden a recriminarlo con mucha frecuencia ciertas voces invisibles, distorsionadas, malintencionadas y malignas, que así lo proclaman sin estar avaladas por bases suficientes de estudios científicos serios provenientes de instituciones médicas importantes.
Desgraciadamente existen cierto tipo de grupos con tales tendencias, como sucede en especial en el caso de uno que acostumbraba nombrarse a sí mismo como terapéutico, pero que definitivamente fue censurado y prohibido en su ejercicio profesional en Estados Unidos, puesto que no contaba con las bases ni las credenciales legítimas para llevar a cabo lo que ellos llamaban un estilo de “terapia”. Al no poder seguir ejerciendo entonces en el vecino país, se convirtió posteriormente en una secta religiosa, bajo el título de cierto tipo de iglesia, mediante el cual funciona actualmente, pero con las mismas dudosas intenciones que han desarrollado desde el principio de su movimiento. En Estados Unidos, este grupo en especial, se ha dedicado a atacar el uso de los psicofármacos en general, así como a los psiquiatras, sobre todo a los paidopsiquiatras, acusándolos de envenenar, intoxicar y hacer de sus pacientes unos adictos, pero sin que en ningún momento presenten evidencias bien cimentadas. En México, en donde hay todavía mucha permisividad y poco control en lo que se refiere a los títulos y al ejercicio profesional de cualquier individuo que se califique a sí mismo como “terapeuta”, el mencionado grupo funciona abiertamente en ese estilo, a pesar de que sus credenciales y entrenamiento son poco confiables. Al igual que en Estados Unidos, ellos también recriminan en forma distorsionada y malintencionada el uso de medicamentos como éste, lo que tiende a causar mucha incertidumbre y desorientación en el público que carece de la información y de la orientación adecuada, lo que determina que las familias con pacientes con TDAH tiendan a dudar y a resistirse al uso de este tipo de tratamientos, lo cual interfiere con el trabajo de los profesionales, y retrasa los beneficios que podrían haberse obtenido desde tiempo atrás en que se pudo haber hecho el diagnóstico específico, así como haber diseñado el programa de tratamiento adecuado. Obviamente, ello trae consigo un atraso y una pérdida de tiempo en la ayuda que se les puede proporcionar a estas familias (Continuará).