(CUADRAGÉSIMA NOVENA PARTE)
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (TDAH)
Después de haber revisado en forma minuciosa el tipo de recomendaciones que son importantes para la familia del paciente con TDAH, en lo que respecta a un programa de tratamiento, el terapeuta deberá tomar en cuenta otras áreas igualmente básicas en dicho programa, de acuerdo a las necesidades de cada paciente. Otra área de suma importancia en la que el terapeuta debe tomar medidas definitivamente, es el área académica, de acuerdo al nivel escolar en el que se encuentre el paciente, ya sea en la preprimaria o primaria en el caso de niños y niñas, o en la secundaria o la preparatoria en lo que se refiere a los pacientes en etapa adolescente. Sabemos que en el área escolar se van a presentar dos tipos principales de problemas para estos individuos: el primero radica en su conducta impulsiva e hiperactiva que interfiere con el orden y la disciplina característicos de un sistema escolar. El segundo problema tiene que ver con el aprendizaje y su funcionamiento académico, ya que debido a sus limitaciones en cuanto a la atención y la concentración, los resultados escolares tienden a ser más bajos e inconsistentes, tanto a corto como a mediano y largo plazo, lo cual a su vez conlleva un retraso escolar que se prolonga y se va acumulando conforme pasan los años, de manera que llega muy pobremente preparado para enfrentar los niveles de educación media, y no se diga en lo que respecta a los de educación superior. Además en muchos casos, como se dijo en alguna columna anterior, sí estos chicos presentan paralelamente un trastorno en las áreas de aprendizaje como suele suceder con cierta frecuencia en lo referente al lenguaje, la escritura, la lectura o las matemáticas, sus limitaciones en el aprendizaje serán todavía más serias.
La forma como el tratamiento debe ser enfocado en este tipo de problemas, tiende a convertirse por lo general e idealmente en un esfuerzo combinado del terapeuta con los maestros, maestras o autoridades de la escuela o del colegio correspondiente, e inclusive con el psicólogo o la psicóloga de la institución cuando ellos están involucrados y han valorado al paciente. La comunicación y las consultas en ambos sentidos, tanto del terapeuta con la escuela y viceversa son necesarias y complementarias para poder diseñar diversas estrategias que logren apoyar, ayudar y guiar a estos estudiantes y a sus padres, quienes naturalmente también deben estar involucrados en el proceso. Como ya se ha comentado en espacios anteriores, el uso del metilfenidato será un instrumento indispensable en aquellos casos cuando los síntomas básicos del TDAH sean muy serios y se traduzcan en los problemas de conducta mencionados, o igualmente cuando hay un problema de atraso académico serio secundario a esas limitaciones en el aprendizaje. El efecto del medicamento en cuanto a la regulación temporal de la conducta de estos chicos durante los períodos escolares y extraescolares en el hogar, va a facilitar que pueda permanecer en el salón de clase con su energía mejor controlada y encaminada, a la vez que pueda enfocar mejor su atención para concentrarse en los maestros y las lecciones a la hora de clase, así como con las tareas y los trabajos escolares en el hogar. La información que tengan los maestros y las autoridades escolares respecto al TDAH, al uso del fármaco y a las demás necesidades de estos estudiantes, facilitará su comprensión y mayor tolerancia con ellos, así como a la elaboración de diversas estrategias que les ayuden a nivel escolar, a la vez que facilitará también el trabajo conjunto con el terapeuta. El tiempo y la experiencia de trabajo que han acumulado a través de los años muchos de estos docentes, les ha provisto de herramientas y estrategias específicas para trabajar mejor con este tipo de chicos y chicas, para ayudarlos en su desempeño académico; herramientas y estrategias que a su vez pueden compartir con el terapeuta, para trabajar de manera conjunta en la planeación de un programa terapéutico con objetivos similares en beneficio del paciente y de su familia, ya que tales estrategias igualmente se puede aplicar en el hogar, gracias a la colaboración de los padres. De esa manera, se trata de construir un puente entre los padres, los maestros y el terapeuta para un trabajo complementario en equipo (Continuará).