ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C. (PSILAC)
CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
(TRIGÉSIMA PRIMERA PARTE)
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (TDAH)
Ambos capítulos descritos en las columnas anteriores, el del padecimiento actual y el de la historia personal, tienen a su vez que ser complementados por un tercero, que es el que concierne a la familia, precisamente a la historia familiar. Desde el momento en que todos somos producto de la unión de nuestros padres, así como resultado de un desfile de generaciones que se remontan hacia el pasado, la historia de ellos, así como la de estas generaciones hasta donde nos sea posible conocer, viene a formar parte igualmente de nuestra herencia y a definir en muy diversos rasgos y estilos la posición que cada uno ocupamos en el presente. Por una parte influye en nosotros la genética desde el punto de vista biológico y hereditario, pero igualmente influyen toda una serie de patrones y conductas implantadas y aprendidas de generación en generación, que nos llegan hasta el presente, con las cuales hemos sido educados y nos hemos desarrollado, a un grado tal que las seguimos practicando, y las mantenemos actualizadas, al formar parte de nuestro comportamiento en el presente. Es por ello entonces, que debemos explorar dichos aspectos históricos familiares como parte de la evaluación clínica de nuestros pacientes. Por lo tanto, debemos conocer los rasgos de personalidad de sus padres, hermanos, abuelos, tíos y otros antepasados importantes, así como el estilo de interacción y relaciones entre ellos, el tipo de ambiente en el que se desenvolvieron, sus actividades académicas, laborales religiosas y sociales en general, las enfermedades importantes que hayan padecido, tanto físicas como emocionales, e inclusive las muertes acaecidas y la forma como hayan repercutido en nuestro paciente, de acuerdo a la importancia de su relación con estos parientes. Obviamente, este tercer capítulo se denomina el capítulo de “la historia familiar”, en el cual nos interesa conocer entonces, no solamente los posibles factores genéticos y hereditarios, pero también los demás aspectos mencionados y la forma en que ellos hayan moldeado a cada sujeto de acuerdo a las influencias recibidas, algo que seguramente seguirá influyendo en el momento actual, ya sea de una forma favorable, pero también de manera traumática o conflictiva.
El capítulo sobre la historia familiar, se viene a integrar entonces con los dos capítulos anteriores como una especie de pieza de rompecabezas, de tal forma que nos ayudará a completar a un nivel más armónico la totalidad de nuestra historia clínica, cuyo objetivo como ya se ha repetido en varias ocasiones, es el de conocer y comprender mejor a nuestro paciente, así como el ambiente en el que se ha desarrollado y que de alguna forma lo ha moldeado. Así pues, ésta viene a convertirse entonces en una de las tareas importantes de cualquier clínico, sea psicólogo o psiquiatra, al tomar ese rol de historiador para recabar la información necesaria, que en cierta forma lo convierte también en una mezcla de sociólogo y de antropólogo, para lograr integrar adecuadamente tanta información, valorarla al mismo tiempo y darle entonces el lugar necesario para descifrarla en beneficio de su paciente, al encontrar los diagnósticos específicos, y consecuentemente las bases para establecer un programa de tratamiento.
En el caso de nuestros pacientes con TDAH, ya sean niños, adolescentes o adultos, se explorarán esos mismos capítulos a los que me he referido, como parte de ese proceso de valoración clínica, y en el que la información sobre la historia familiar juega también un rol fundamental, especialmente cuando sabemos en la actualidad que se trata de un trastorno familiar y hereditario, que generalmente es detectable en varios miembros de las familias, sean de una u otra generación, lo mismo en niños o niñas, que en adolescentes y en adultos. Así pues, no sólo nos interesa detectar los síntomas, las conductas y los problemas que presenta nuestro paciente en el momento actual para conocer y comprender mejor la forma en que éstos lo han ido moldeando y orientando en cierta dirección, sino que naturalmente deseamos conocer también con mayor detalle todos esos antecedentes históricos personales y familiares que nos ayuden a profundizar en el tipo de herencia que presenta, el ambiente en el que ha vivido, las experiencias a las que ha sido expuesto, así como la educación que ha recibido tanto en su hogar, como en las diversas instituciones a las que pertenece. Todo ello como se ha mencionado, permite definir entonces con mayor claridad el perfil psicológico de cada uno de estos chicos o chicas, así como el de sus familias (Continuará).