Nuevo cine francés cumple 50 años
Los filmes galos han ido mostrando otra cara, adquiriendo lugares importantes en la cinematografía mundial.
“El rostro del cine francés ha cambiado”, sentenció Jean-Luc Godard el 22 de abril de 1959 en la revista Arts.
El joven visionario -junto con el grupo de realizadores conformado por François Truffaut, Claude Chabrol y Eric Rohmer- se propuso desempolvar al cine francés de esquemas de producción y estilísticos que consideraban obsoletos.
La revista Cahiers du Cinéma, entre cuyos fundadores se encontraba el teórico y crítico de cine André Bazin, cumplía para entonces cuatro años de manifestar inconformidad a través de la crítica cinematográfica y aventurar los lineamientos de una narrativa fílmica más real. La propuesta ideológica y creativa impactó a niveles técnicos, estéticos y temáticos.
El fenómeno se expandió a Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Europa del Este y América Latina, México incluido con autores como Paul Leduc (Reed, México Insurgente), Arturo Ripstein (Tiempo de Morir) o Jaime Humberto Hermosillo (Los Nuestros). Se tradujo en Cinema Nuovo italiano, Nuevo Cine Español, New American Cinema o el Cinema Novo brasileño.
Durante el mes de julio, la Cineteca Nacional celebra con la retrospectiva “Nouvelle Vague: A 50 años de la Nueva Ola Francesa” conformada por la exhibición de 30 obras emblemáticas y dos ciclos: La Nueva Ola en México, con cintas de autores mexicanos y Miradas a la Nouvelle Vague, una serie de documentales sobre los protagonistas del movimiento que sacudió al cine mundial.