La semana pasada se planteaba en esta columna la problemática que enfrenta la Comarca Lagunera con la sobreexplotación que se hace de los mantos freáticos.
La extracción anual del subsuelo es de 1,500 millones de metros cúbicos, por la recarga natural que se estima es de entre 800 y 700 millones. Es decir, cada año, las reservas de agua pierden alrededor de 800 millones de metros cúbicos. Esta cantidad puesta en perspectiva, es lo que pasa por un ciclo agrícola regular por los canales de Sacramento y Tlahualilo, que nacen en la represa de San Fernando, justo donde muere el río Nazas. En otras palabras, se saca de los pozos del acuífero lagunero dos veces la cantidad de agua que pasa por el Parque Nacional Raymundo, aunque se recarga la mitad según los estudios.
Otra manera de medir de cuánta agua se está hablando, es que actualmente la presa Francisco Zarco –Las Tórtolas, en su nombre popular- ubicada en el Municipio de Lerdo, contiene casi cien millones de metros cúbicos, poco menos del 25 por ciento de su capacidad de almacenaje, aunque sus embalses, dada su naturaleza de presa reguladora de la Lázaro Cárdenas, raramente exceden desde hace más de 8 años (en 2004 éste estuvo por arriba) los 140 millones de metros cúbicos de almacenaje. Esto quiere decir que a base de bombeo de agua de las norias, se saca entre 10 a 15 veces el agua que hoy se aprecia en Las Tórtolas.
El problema es muy grave, pero a la mexicana, mientras no sea trágico no se hace nada, y hoy hay sorpresas porque al bajar a mayores profundidades, la calidad del agua extraída contiene cada vez más arsénico, que en concentraciones mayores a las permitidas, sencillamente es veneno.
Esta es la mala noticia, que el agua se va a acabar, particularmente se la van a comer las vacas lecheras vía la alfalfa que se siembra para alimentarse en la región, si no sucede algo antes de que se agote el agua. Esto es que se envenene primero y los daños a la salud pública antes que el arsénico, sea por toda la porquería que se vierte al lecho seco.
El lunes pasado, El Siglo de Torreón nuevamente publica información donde se da cuenta de la ya considerable laguna que se ha formado en un área de aproximadamente de 60 hectáreas, donde se encuentran patos y garzas que disfrutan para alimentarse de los insectos que encuentran en la humedad un hábitat para reproducirse. Estas lagunas de desechos y contaminación, tienen ya suficiente tiempo como para que la flora haya tenido el lapso necesario para que mezquites y arbustos alcancen tallas y follaje que sólo el paso de los años permite.
La zona industrial de Gómez Palacio es el origen del mayor volumen de agua de desecho, provocado por los procesos de las factorías del parque, así que el particular colorido de las aguas es justamente por la gran cantidad de químicos que contienen y que se depositan en el lecho, para que lentamente se filtren al acuífero de donde se obtiene el agua “potable” para la población.
Pero existe otro factor en la escena, el Simas Torreón lanza a esos depósitos las aguas negras de las colonias Santa Bárbara, Las Quintas, Rincón San Ángel, Frondoso, Las Isabeles, Villa Florida, Santorini, Villas de la Ibero, Cipreses, Ejido La Unión, Ejido El Ranchito, Rancho El Tajito, entre otras del norte de Torreón.
Así entonces además de grasas y químicos industriales, también hay material fecal y demás elementos que se vierten al vapuleado Nazas. Aparte tienen el cinismo de cobrar el saneamiento, o sea son contaminadores y abusones los del Simas.
Los deslindes pronto aparecieron, tanto Sideapa de Gómez Palacio como Conagua, aseguran que lo que desechan las fábricas no es tan sucio y que lleva un pre-tratamiento por el proceso que hace la tratadora de aguas que se inauguró hace ya diez meses, pero como al estilo mexicano, no opera aún con eficiencia.
Serán peras o manzanas, pero no cabe duda que en materia de agua, los laguneros estamos haciendo todo para crear un caos ecológico, y si las cosas siguen igual, no pasarán muchos meses para sentir los efectos.
Tal vez la Región Lagunera no se va a morir de sed, se va a morir de veneno.
eirazoqui@elsiglodetorreon.com.mx