El candidato demócrata a la Presidencia de EU, Barack Obama, pronunció ayer un discurso durante la sesión final de la Convención Nacional Demócrata en el estadio Mile High de Denver, Colorado. (EFE)
Anima Obama a los estadounidenses a dejar la frustración y la negatividad que les infunde Washington en su discurso de aceptación de la candidatura demócrata.
El candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró ayer que los estadounidenses, acuciados por la crisis económica, no pueden cumplir sus sueños de progresos y prosperidad debido a la “política fallida” del Gobierno republicano.
Obama puso ayer punto final a la Convención Demócrata que se celebró esta semana en Denver y que, entre otras cosas, pasará a la historia por haber confirmado, por primera vez, la candidatura de un afroamericano a la Presidencia de Estados Unidos.
En su discurso de aceptación de la candidatura demócrata, pronunciado ante unas 75 mil personas y en horario de máxima audiencia televisiva, Obama detalló los problemas concretos que acosan a la clase trabajadora, y pidió que, después de ocho años de políticas fallidas, no se vote al republicano John McCain, porque “con ocho basta”.
John McCain es “un hombre que se merece nuestro respeto porque ha sido soldado y ha defendido al país con valentía, pero no puede darnos el cambio que se merece EU”.
“John McCain ha votado con George W. Bush el 90 por ciento de las veces. Al senador McCain le gusta hablar de tener criterio, pero realmente ¿qué criterio tienes si piensas que George W. Bush ha estado en lo cierto en el 90 por ciento de las veces?”.
“No sé ustedes, pero yo no estoy dispuesto a apostar que la posibilidad de cambio sea del 10 por ciento”, dijo ayer Obama a los asistentes al estadio de futbol americano Invesco Field.
El senador, que hace sólo cuatro años era una figura desconocida en la política nacional, recordó que su vida y su experiencia reflejan lo que significa el sueño americano, pues fue capaz de salir adelante con “sacrificio y trabajo”.
“La creencia de que podemos lograr todo lo que nos propongamos es lo que ha caracterizado a este país. Pero ahora esta creencia está en peligro, porque estamos en un momento en que estamos en guerra, nuestra economía está agitada, y el sueño americano está, de nuevo, bajo amenaza”, dijo.
En su opinión, una de las diferencias que separan a los demócratas de los republicanos es la forma de entender el progreso.
“Nosotros lo medimos por la cantidad de gente que tiene un trabajo que le permite pagar la hipoteca, o ahorrar para la educación de sus hijos. Nosotros no lo medimos por el número de multimillonarios que hay en nuestro país o por los beneficios de nuestras corporaciones”, apuntó Obama.
PROMESAS
Ante este aforo multitudinario, Obama recordó las promesas que ha lanzado durante su campaña, como reducir los impuestos “para el 95 por ciento de la población”, y no sólo a las grandes corporaciones.
También se comprometió a promover la energía alternativa con una inversión de 150 mil millones de dólares en la próxima década, para acabar con “nuestra dependencia del petróleo de Oriente Medio”.
Otra de las promesas de campaña son mejorar la educación en el país, así como extender la cobertura sanitaria para hacerla universal, uno de los temas que más defendió en las primarias su rival, la senadora Hillary Clinton.
En política exterior, uno de los ámbitos donde los republicanos más le han criticado por su inexperiencia, recordó en que se opuso desde el principio a la guerra de Irak y anunció que acabará con la presencia militar en este país “de manera responsable”.
En materia de defensa, se comprometió a defender EU y a enviar las tropas al exterior, pero “con el equipamiento adecuado y con las condiciones y beneficios que se merecen”.
Al final de su discurso, recuperó el mensaje de cambio y de ilusión que defendió hace cuatro años cuando, todavía un desconocido, tomó la palabra en la Convención de 2004 para hablar de sus ideales.
Así, animó a los estadounidenses a dejar la frustración y la negatividad que les infunde Washington, a abandonar los prejuicios raciales y a caminar todos juntos de la mano para recuperar la prosperidad del país.
Inmigrantes exigen a Obama reforma migratoria
La voz de los inmigrantes se dejó escuchar ayer desde las inmediaciones del estadio Invesco en Denver, Colorado (EU), poco antes de que en este lugar Barack Obama pronunciara su discurso de aceptación de la candidatura Demócrata a la Presidencia de Estados Unidos.
Custodiados por una imagen de la estatua de la libertad, que flotaba en medio de una multitud armada de pancartas, poco más de dos mil manifestantes recorrieron la avenida Colfax, a un costado del estadio, para exigir que el cambio de dirección que promete Obama se traduzca en el impulso definitivo a una reforma migratoria y el fin de las redadas contra los inmigrantes:
“No queremos que Barack Obama se olvide de sus promesas a los latinos. Queremos que, en caso de que llegue a la Casa Blanca, emita inmediatamente una orden ejecutiva suspendiendo las redadas que están ocasionando una crisis humanitaria en nuestra comunidad”, aseguró Javier Rodríguez, integrante de la Coalición Somos América.
“Barack Obama es un candidato que se ha comprometido a resolver la crisis migratoria y garantizar al mismo tiempo nuestra seguridad nacional. Una promesa que tendrá como objetivo respetar los derechos humanos de los inmigrantes”, aseguró Federico Peña, copresidente nacional de la campaña de Barack Obama y ex alcalde de Denver, que avanzó rodeado de una larga lista de líderes comunitarios que viajaron desde distintos puntos del país.
La marcha en contra de las redadas y a favor de una reforma migratoria avanzó bajo la mirada atenta de los Servicios Secretos y de la Policía que resguardaban las inmediaciones del estadio Invesco.