Alrededor de 2 por ciento de los menores de dos años toman refresco, bebida carbonatada con altas cantidades de azúcares simples, que el organismo convierte en triglicéridos y grasas, las que en exceso se traducen en sobrepeso y obesidad.
La mayoría de la gente se preocupa del sobrepeso o la obesidad cuando comienza a afectarle por razones estéticas, pero en verdad lo más grave tiene que ver con la salud y debe cuidarse desde la cuna, cuando el bebé comienza a formar sus hábitos alimenticios.
Especialistas en asuntos de nutrición advierten que es en la etapa infantil, incluso antes de nacer, cuando se deben comenzar a atender cuestiones relacionas con el sobrepeso.
Esto porque entre los mexicanos se da un alto consumo de comida rica en grasas saturadas y azúcares simples por parte de la madre durante la gestación. Posteriormente, por inadecuados hábitos de alimentación adquiridos en la familia. En los primeros años de vida de un pequeño se forman las malas costumbres a la hora de comer.
Daños iniciales
La inadecuada alimentación infantil es un problema, se sabe que alrededor de 2% de los menores de dos años toman refresco, bebida carbonatada con altas cantidades de azúcares simples, que el organismo convierte en triglicéridos y grasas, las que en exceso se traducen en sobrepeso y obesidad.
La Organización Mundial de la Salud indica que 22 millones de menores de cinco años son obesos, los cuales más de 78% viven en los países en vías de desarrollo, como México, donde la obesidad infantil aumentó 40% de 1999 a 2006.
En este preocupante mapa nacional, Amapola Adell, jefa de Pediatría Ambulatoria del Hospital Infantil de México, llama la atención sobre que "una buena nutrición durante el primer año de vida es fundamental para el desarrollo del potencial humano y la formación de hábitos saludables de alimentación para la prevención de enfermedades en la edad adulta".
Un buen plato
La guerra contra la gordura tiene muchos aliados en la trinchera, entre ellos a Bayer Schering Pharma, laboratorio que lanzó la Cruzada contra el sobrepeso y la obesidad infantil, dirigida a proporcionar herramientas e información que apoye la consulta médica y sensibilizar a la población general sobre hábitos saludables de alimentación desde los primeros días de vida en los menores de dos años.
"Realmente los padres de familia no detectan que sus bebés tienen sobrepeso, regularmente lo hacen los médicos pediatras, quienes recomiendan revisar minuciosamente las porciones, frecuencia, formas de alimentación y cuidados que recibe el pequeño, para así fomentar las correctas y moderar las de riesgo", explica Samuel Flores Huerta, jefe del Departamento de Investigación en Salud Comunitaria del Hospital Infantil de México.
Los niños obesos están en riesgo de que en los siguientes años lleguen a ser adultos jóvenes igualmente gordos, debido a la mala alimentación, de ahí que el pediatra no sólo debe vigilar al niño, sino también el entorno familiar.
Silvestre Frenk, investigador en Ciencias Médicas de la unidad de Genética de Nutrición del Instituto de Investigaciones Biomédicas, en el Instituto Nacional de Pediatría, explica que los hábitos alimenticios han cambiado, por lo que ahora la obesidad y sobrepeso en un individuo deben prevenirse desde el embarazo o antes si es posible, mediante dieta y ejercicio que prepare y ponga en excelentes condiciones a la futura madre.