Una vista desde el interior de la casa donde se construye la gasolinera.
Sin precaución
La construccion de una gasolinera por poco causa una tragedia; la obra continúa y las autoridades ignoran a los vecinos.
Sombrerete, Zac.- La falta de autoridad del alcalde Vicente Márquez Sánchez para aplicar la ley y parar la construcción de la gasolinera propiedad de Ramiro Murillo Zepeda estuvo a punto de provocar una tragedia, cuando trabajadores con un bulldozer tumbaron la pared de un hogar y por poco aplastan a una mujer y una niña de cinco años.
Doña María Magdalena Márquez, de 61 años, viuda, y su pequeña nieta de cinco años Marisol Anguiano Ríos sólo escucharon el fuerte ruido y el temblor de las paredes de su casa.
La señora escudriñó por un momento la pared y sólo vio que intentaba desplomarse. Tomó a su pequeña nieta del brazo y salió como pudo de su cocina. También se vino abajo la pared de un cuarto.
Los empresarios Ramiro Murillo Zepeda y Cecilio Murillo Murillo, empecinados en pasar por encima de las leyes, quieren construir su gasolinera sin permiso alguno.
Ignorados.
Monumentos Coloniales, Pueblos Mágicos, los sacerdotes de La parroquia de San Juan Bautista y el Instituto Nacional de Antroplogía e Historia (INAH) han enviado misivas al alcalde, Vicente Márquez, donde se oponen a la construcción de la gasolinera por considerarla peligrosa en plena zona urbana.
Pero el director de Obras Públicas, Juan Fernández Rivera, ocupado en otorgarle obras a Daniel Castruita, hermano del Secretario del Alcalde, no apoya a dos viudas que viven junto al lugar donde se construye la gasolinera.
Temeroso, Fernández Rivera se hizo acompañar de elementos de Seguridad Pública en días pasados para poner sellos de clausura a la obra.
Prepotencia.
Más tarde, señalan los vecinos, arribó en forma prepotente Ramiro Murillo Zepeda y destruyó los sellos y dio órdenes de seguir con la construcción.
El pasado 11 de noviembre a las 10:30 a.m. los vecinos escucharon cómo se desplomaron las paredes donde vive la señora con sus tres hijas.
Al reclamar a los trabajadores, uno de ellos en forma prepotente respondió envalentonado a la viuda: “Estamos trabajando y no respondemos”, a pesar de que minutos antes pudieron haberlas matado.
Denuncia.
Esta mañana el agente del Ministerio Público dio fe de hechos ante la denuncia de “doña Mary” por daños en propiedad ajena y señala que por intento de homicidio.
Relata que sólo escuchaba cómo la retroexcavadora cimbraba todas las paredes y cuando regresó a su casa vio su gabinete tirado junto a los escombros; perdió una mesa, un horno tostador y sus vajillas.
A los daños se suma la vivienda de otra viuda, Aída Lazalde, de 57 años, quien vive al lado con sus dos hijas y sus paredes presentan severas grietas y están a punto de caerse.
Llorosa, María Magdalena Márquez señala que todavía existen hombres malos a los que la ambición los ciega y no les importa matar para conseguir sus ambiciones.
Datos
Los trabajos que se realizan para la construcción de una gasolinera han puesto en peligro a personas.
Instituciones han emitido comunicados en los que exhortan a abandonar los trabajos pero han sido ignoradas.
Brisia Arlette Ramírez
El Siglo de Durango