El senador John McCain culminó ayer una de las hazañas más espectaculares en la historia política de Estados Unidos al convertirse en el virtual candidato del Partido Republicano para la elección presidencial de noviembre. (EFE)
El candidato republicano a las elecciones presidenciales de EU, John McCain, dijo ayer sentirse con la “confianza, la unidad y el sentido de responsabilidad necesario” para las elecciones de noviembre.
McCain superó ayer, con sus victorias en Texas, Ohio, Rhode Island y Vermont, los 1,191 delegados que necesitaba para ser proclamado candidato en la convención que el Partido Republicano celebrará en Minneapolis a principios de septiembre.
El senador concluye así, con éxito, una batalla preelectoral que comenzó débil, pero que fue cobrando fuerza tras su victoria en Nuevo Hampshire y en otros estados grandes, hasta el punto de que logró dejar en el camino a sus principales oponentes.
En un discurso pronunciado en Dallas, Texas, el estado que le dio el número de delegados necesario para ser proclamado candidato en la convención de su partido en septiembre, afirmó que asume esta oportunidad con “responsabilidad y agradecimiento”.
“Ahora empieza la parte más importante de la campaña”, dijo a sus seguidores McCain, quien se espera que hoy miércoles reciba el respaldo oficial del presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Tras sus victorias ayer en Texas, Vermont, Ohio y Rhode Island, McCain recibió también una llamada de felicitación del senador demócrata Barack Obama, quien mostró su confianza en que será él quien se bata con el senador por Arizona en las elecciones de noviembre.
Agradecido por la oportunidad que se le ofrece al luchar por la presidencia del país, McCain -acompañado por su esposa Cindy- recordó que hace sólo unos meses, había “algunos incrédulos que creían que mi proclamación como candidato era improbable”.
“Nunca creí que estaba predestinado para ser presidente, nadie lo está. Pero debo a mi país cada oportunidad que me ha dado en la vida. Me ha dado más de lo que yo le puedo ofrecer”.
Aseguró que en lo que queda de campaña afrontará “las preocupaciones de los estadounidenses”, e hizo alusión a la situación económica en el país, la guerra en Irak, y los tratados comerciales con terceros países.
Prometió apoyar la iniciativa empresarial, con bajos impuestos y menos regulaciones, y se comprometió a fomentar el uso y desarrollo de las energías alternativas.
Tuvo palabras de exaltación del liderazgo estadounidense en la esfera internacional: “somos el líder mundial”, y apuntó que los “líderes no son nostálgicos, sino optimistas”.