Los legisladores del PAN, PRI, PRD, PVEM, Convergencia y PT se negaron a transparentar el dinero que se entrega a las bancadas. (Archivo)
Rechazan legisladores informar cómo gastan 400 millones de pesos que provienen del erario.
Aunque el Senado aprobó cambios a sus normas internas para transparentar el dinero que se entrega a las bancadas, en los hechos los legisladores federales ocultan el destino de esa partida millonaria.
Por segunda ocasión en lo que va de la 60 Legislatura, la primera vez fue en 2007, se solicitó a la Unidad de Enlace para el Acceso y Transparencia de la Información el desglose detallado de los más de 400 millones de pesos que se entregan a los senadores por concepto de “Asignaciones a Grupos Parlamentarios”.
Sin embargo, los legisladores del PAN, PRI, PRD, PVEM, Convergencia y PT se negaron a transparentar dichos recursos, que son administrados por los coordinadores de manera discrecional.
En el oficio con folio UE/LX/1170/2008, el Senado se limita a dar cuenta de lo mismo que publica en su sitio oficial de Internet sobre el uso de ese dinero, que proviene del erario público.
Según ese documento, los 400 millones de pesos se usa en consultoría, estudios e investigaciones, jurídicos, económicos, políticos, sociales y parlamentarios; sueldos y prestaciones del personal de cada fracción.
También se destina a la compra de materiales y suministros; viajes, foros y reuniones del trabajo legislativo y de gestión de los senadores y de las propias fracciones; gastos de gestión ciudadana, así como administrativos, operativos y de comunicación social internos, sin dar más detalles.
Si ese dinero fuera distribuido de manera equitativa entre los 128 senadores, cada uno de ellos podría recibir más de 3.1 millones de pesos anuales que, sumados al millón y medio que cobran por su dieta, suman 4.6 millones de pesos.
Y mientras el Senado se niega institucionalmente a informar sobre el destino de los recursos, en el discurso y en hasta en las reformas legales, sus integrantes presumen su voluntad de transparencia.
Al cierre del periodo ordinario de sesiones, sin discusión de por medio y votada en paquete, el Senado aprobó una reforma a la Ley Orgánica del Congreso para permitir la aplicación de auditorías a los gastos discrecionales de las bancadas.
Con los cambios legales se faculta a la Contraloría interna del Senado para auditar el ejercicio del Presupuesto de Egresos de la Cámara Alta, incluyendo los recursos asignados a los grupos parlamentarios.
La disposición obliga a las bancadas a presentar a la Contraloría un informe semestral con la debida justificación del uso y destino de los recursos y presentar al pleno un reporte cada seis meses sobre la conclusión de las auditorías, pero sin que se obliguen a detallar o publicar todos los resultados.
