Querétaro se ha colocado en el primer lugar nacional en divorcios, pues en promedio se presentan siete cada 24 horas, según confirmó Jesús Castellanos Malo, magistrado de la Sala Civil de Asuntos Familiares.
En el transcurso del 2006 se procesaron mil 932 divorcios en la entidad, en tanto que en el transcurso del 2008 ya suman dos mil, lo que apunta a que se superará la cantidad reportada hace dos años.
La cifra es preocupante, dijo el magistrado, pues “tristemente ubica a Querétaro como la entidad en donde se registra la mayor cantidad de divorcios”, seguido del Distrito Federal, en donde la cifra es también elevada, aunque la gran diferencia es que en la capital del país la población es superior a la de Querétaro.
El presidente de la Sala Civil de Asuntos Familiares evaluó que esta elevada cantidad de divorcios tiene que ver más que con problemáticas sociales, con el egoísmo dentro del matrimonio, que consideró como uno de los detonantes del divorcio.
El integrante del Tribunal Superior de Justicia dio a conocer que la cifra de divorcios en el estado de Querétaro se ha incrementado paulatinamente desde hace seis años, lo que tiene que ver en su evaluación con la explosión demográfica.
-Maltrato e incomunicación, las causas
De acuerdo a estadísticas de la Comisión de Procuración y Administración de Justicia de la anterior legislatura queretana, la tasa de divorcios en la entidad se ha incrementado, pero no por motivos de la explosión demográfica, sino por otros aspectos.
De cada 10 matrimonios que se registran en la entidad, siete terminan en divorcio, y de esos siete, en cuatro existen conflictos legales por la negativa del cónyuge de aportar los recursos económicos correspondientes a la pensión alimenticia.
Sin embargo, la diputada Carmen Consolación González Loyola Pérez, quien es presidenta de la Comisión de Equidad de Género y Grupos Vulnerables en la 55 legislatura del estado, informó que la mayoría de las parejas que acuden a un juzgado familiar para solicitar el divorcio, lo hacen por la vía voluntaria, y quien lo hace por la vía necesaria, es invocando las causales de maltrato y sevicia.
La preocupación de la legisladora no es tanto que las parejas se divorcien sino el estado de vulnerabilidad en que se quedan algunos miembros de la familia, en su gran mayoría mujeres, que se quedan al cuidado y sostén económico de los hijos.
Por esta situación es que hay un reclamo permanente y de manera justificada de que las pensiones que están decretando los jueces en materia familiar para la alimentación de los hijos es ínfima y por resultar insuficiente ocasiona que las madres obligatoriamente tengan que buscar una fuente de ingresos, y que los hijos permanezcan la mayor parte del día solos, en situaciones de alto riesgo.
No obstante, el magistrado Jesús Castellanos considera que lo relevante es evitar un conflicto en el seno familiar y, por consecuencia, desistan de su intención de divorciarse.
Por esto es que el problema no es tener los datos y las cifras, dijo, sino saber cómo solucionarlos, y un mecanismo adecuado es el funcionamiento de los llamados centros de mediación, vía por la cual la pareja puede encontrar soluciones y desistir de su propósito.
Desde su perspectiva, los divorcios se originan muchas veces en la falta de comunicación, información y conocimiento para saber cuáles son los derechos, obligaciones, responsabilidades y compromisos en el matrimonio, y no llegar a un punto de conflicto.
Por ello es que en Querétaro, desde hace una década, operan estos centros, que interviene en la pareja con tanto éxito que 90 por ciento de las demandas tienen una solución pacífica, y si el trámite termina en divorcio, por lo menos se salvan situaciones de trituración y destrucción, dijo.
