“Hola, mi nombre es Ian Usher, y ¡ya me cansé de mi vida! ¡no quiero más! ¡Lo pueden tener todo, si quieren!”, así es como un británico avecindado en Perth, Australia, anuncia lo que ha denominado la “venta de su vida”.
En la página alife4sale.com Usher explica las razones que le llevó tomar la decisión de desprenderse de todas sus pertenencias de una vida, que podría considerarse como perfecta.
Entre los objetos se encuentra una casa con alberca “en uno de los países más increíbles del mundo”, una inmensa pantalla de televisión, un auto Mazda y un jet sky, entre otros artículos.
Pero el nacionalizado australiano no es todo lo que ofrece, también ha puesto a subasta a sus amigos e incluso su trabajo, el cual es “con excelentes personas”.
De acuerdo con Ian, la razón fundamental por la que tomó esta decisión fue que un día descubrió que su mujer le era infiel. A pesar de la infidelidad, el australiano describe en la web a su mujer como “la mejor chica de la Tierra, la quise mucho y ella también me quiso”.
A pesar de este hecho, Usher parece no estar dispuesto a dejarse vencer por la adversidad, además parece que el acto le ha hecho evitar tirarse al alcohol o al suicidio.
El australiano no es el primero en vender su existencia en la página de subastas. Adam Burtle, un estudiante universitario estadounidense vendió su alma por 400 dólares, transacción que eBay decidió retirar por “lo poco práctico de la transacción”.
