Recuerda el gambista catalán Jordi Savall, que este tipo de encuentros es parte de un trabajo de música de “ida y vuelta”, que combina dos mundos. (El Universal)
El encuentro de músicas de fuego y aire, de la Iberia Antigua al Nuevo Mundo, resultó ser, en palabras de su creador, el gambista catalán Jordi Savall, un concierto lleno de compenetración, redondo, con una atmósfera fantástica.
Emocionado, Savall dijo en conferencia de prensa, al término del recital que se celebró en el antiguo templo de la Valenciana, que el concierto se vivió con complicidad. Recordó que este tipo de encuentros es parte de un trabajo de música de “ida y vuelta”, que combina dos mundos.
Sones jarochos y huastecos, frente a piezas barrocas europeas. Jaranas, una vihuela, un arpa jarocha, frente a las violas de gamba, el arpa cruzada. Un cruce de músicas, de tradiciones, de instrumentos.
Alrededor de 25 músicos, de dos de las agrupaciones creadas por Savall -La Capella Reial de Catalunya y Hesperion XXI, al lado de los mexicanos de Tembembe Ensamble Continuo.
Y para ese encuentro que produjo tal compenetración y que se empezó a planear desde meses atrás, los músicos de los tres grupos apenas se reunieron por primera vez el pasado viernes a las 11 de la mañana.
Este sábado al medio día, en un Templo de la Valenciana lleno hasta su máxima capacidad, durante poco más de dos horas fueron sorprendiendo a cuenta gotas al público con las canciones o los temas instrumentales que evocaban el momento de encuentro entre las culturas europeas y las del Nuevo Mundo.
Temas religiosos, música festiva. Una jota frente al jarocho “María Chuchena” se volvió uno de los momentos mágicos de un concierto donde la copla y el son compartieron turno con bailes y canciones de comienzos del Siglo XVII, que tenían la particularidad de estar cargadas de ritmos: Y Catalunya nos dejó: “A la vida, vidita bona/ Vida vámonos a Chacona”.
“Estas músicas vienen de un impulso vital común, dijo el artista catalán. De una necesidad de sublimar a través del canto. Lo positivo que hicieron los españoles fue incorporar sus antiguas danzas y cantos, con los del Nuevo Mundo a la liturgia”.
Para el artista -un confeso coleccionista de sones mexicanos-, seguramente las primeras formas de comunicación entre los descubridores y los hombres del nuevo mundo no fueron por la palabra sino a partir de los sonidos.
En un acto espontáneo de celebración y festejo, una bandera -senyera- y un gorro o barretina catalanes- ondearon en medio de la sala, como celebración del concierto de culturas que este sábado se brindó en el Templo de la Valenciana, uno de los momentos más alegres y para el recuerdo dentro de este Festival Internacional Cervantino.
