Juan Blázquez, vecino del barrio céntrico de San Bernardo, Madrid, perdió a su mascota hace dos semanas: un perro West Highland Terrier de cinco años: regalo de sus papás.
Al no tener dinero para costear la recompensa de “Peludo”, pegó anuncios en su vecindario. No obstante, el éxito fue nulo, por lo que solicitó consejos a sus amigas, quienes le recomendaron hacer algo “raro”.
Dicho proyecto, constó en hacer un blog (Todo por mi perro), en el que detalla 20 favores que podría realizar para la persona que encuentre a su mascota.
Con el extracto de la leyenda que encabeza su petición, Juan señala: “ya no sé qué más hacer, ni dónde mirar, por lo que se me ha ocurrido que si ofrezco una recompensa a cambio de ‘Peludo’, igual aparece, así que he decidido hacer algo diferente para que la gente me ayude: he hecho una lista de 20 favores que podría hacer por la persona que encuentre a mi perro.
Entre los beneficios que ofrece el madrileño, están: dar un masaje semanal durante un mes, hacer la paella todos los domingos, recoger los trajes de la tintorería, o planchar la ropa durante un año.
Juan acudió a la Asociación Protectora, donde no tenían información y le advirtieron que no era raro que se estropeara un chip, por lo que, si alguien encontró a “Peludo” ya hubiera acudido al veterinario a identificarlo, quizá no hayan podido localizarlo.
La desesperación del chico, quien también ofrece “cuidar de su perro si se van de vacaciones”, y la negativa en ya varias protectoras de animales, han hecho que el ciudadano español se haya salido de sus cabales, pues hasta podría convertirse en mayordomo por un fin de semana o chofer por un mes.
“Quiero encontrarlo rápido porque ya lleva mucho tiempo fuera de casa y estoy muy preocupado”: es ése el fundamento para ofrecer 20 favores.
