El Consejo de Seguridad de la ONU condenó hoy "en los términos más firmes posibles" el atentado talibán del lunes contra un hotel de Kabul, en el que murieron ocho personas.
Los 15 miembros del máximo órgano de las Naciones Unidas aseguraron en una declaración leída por el presidente de turno del Consejo, el embajador libio Giadalla Ettalhi, que "ningún acto de terrorismo puede dar marcha atrás al proceso hacia la democracia, la paz y la reconstrucción en Afganistán".
Subrayaron también "la necesidad de llevar ante la justicia a los autores, organizadores, financieros y promotores de este acto de terrorismo" y para ello pidieron la colaboración internacional.
Al mismo tiempo, reiteraron su preocupación por "la creciente amenaza para la población, las fuerzas de seguridad, las fuerzas internacionales y los cooperantes internacionales que representa el Talibán y Al Qaeda".
Las autoridades afganas informaron hoy de la detención de uno de los cuatro atacantes y de un afgano "facilitador" del atentado, ya que llevó a los talibanes en un vehículo hasta la entrada del hotel.
Según varias fuentes oficiales en Kabul, tres estadounidenses, un francés, un noruego y dos agentes de seguridad afganos fallecieron en el ataque, la mayoría de ellos víctimas del tiroteo.
Además, en las últimas horas murió a causa de las heridas una empleada del hotel de nacionalidad filipina, que estaba ingresada en un hospital de Kabul, según confirmó desde Manila el Ministerio filipino de Exteriores.
En el hotel atacado se alojaba en ese momento el ministro de Exteriores noruego, Jonas Gahr Støre, que salió ileso y decidió hoy suspender la visita oficial que realizaba en Afganistán.