Una operación quirúrgica salvó la vida de una culebra que había ingerido cuatro pelotas de golf confundiéndolas con huevos, dijo un veterinario.
Una pareja había colocado las pelotas en su gallinero en Nobbys Creek, en el estado de Nueva Gales del Sur, para estimular a sus gallinas a empollar, informó la Associated Press Australiana.
El mes pasado descubrieron que las pelotas habían desaparecido y cerca se hallaba una pitón con bultos sospechosos.
Llevaron la culebra no venenosa de 80 centímetros (32 pulgadas) al Refugio Currumbin de Vida Silvestre, donde el veterinario Michael Pyne operó al animal para extraerle las pelotas del intestino.
Pyne dijo que la culebra se reponía rápidamente.
"Las pelotas de golf no avanzaban; se habían quedado atoradas", explicó. "Si no la hubiesen hallado, con toda seguridad habría muerto".
